Científicos australianos dijeron que estaban dirigiendo una nueva investigación que muestra que el alimentar a las vacas con subproductos de la manufactura del vino, lograba reducir de manera drástica las emisiones de metano, conllevando al mismo tiempo a la producción de una leche más saludable. 

Los investigadores del Centro para Excelencia en Lácteos del Departamento de Industrias Primarias (DPI, por sus siglas en inglés) en el Estado de Victoria, encontraron que suplementar alimentos para el ganado con bagazo de uvas (tallos, semillas y cáscara de uvas para vino) disminuyeron las emisiones de metano en un 20%.

Esta medida también logró incrementar el rendimiento de la producción en un 5%, así como el aumento en los niveles de ácidos grasos en la leche, en áreas donde la alimentación con plantas verdes no está siempre disponible.

El DPI dijo que creía haber alcanzado las mayores reducciones en emisiones de su tipo jamás logradas, a través del uso del suplemento alimentario.

La Uva También Reduce las Emisiones de Metano 

El Dr. Peter Moate dijo que el uso del bagazo de uvas junto con otros alimentos que reducen las emisiones de metano en más de 20 mil toneladas por año, equivalen a dejar fuera de la circulación a 200 mil automóviles.

Los científicos suplementaron la dieta de vacas lecheras con 5 Kg de bagazo deshidratado de uva por 37 días. Al comparar los resultados (de rendimiento, composición de la leche y emisiones de metano) contra indicadores del forraje normal para ganado, el Dr. Peter Moate dijo: “Sabemos que el suplementar la dieta de vacas lecheras con 5 Kg de bagazo seco de uva aumenta la cantidad de ácidos grasos saludables en la leche en más de seis veces que lo que se logra con el forraje estándar.”

Moate dijo también que los ácidos grasos eran “extremadamente potentes” en su capacidad de beneficiar la salud cardiovascular, y también son conocidos por combatir el cáncer, la diabetes y la artritis.”

Pero, según Moate, parecía que sólo había aumentos importantes en los ácidos grasos saludables al añadir bagazo de uva en las dietas, cuando el forraje verde no está disponible: “el usar el bagazo de uvas como suplemento alimenticio parece ser muy efectivo en incrementar estas propiedades saludables durante épocas de sequía largas”, dijo.

Además, también se observó que las vacas alimentadas con este suplemento produjeron leche con niveles más altos de antioxidantes.

Programa de Investigación Más Amplio 

El Dr. Moate también añadió que la industria del vino podría beneficiarse de su investigación, al vender lo que actualmente es un producto de desperdicio (200 mil toneladas de bagazo de uva por año, tan sólo en Australia) como una fuente de alimento con gran valor.

El DPI está, por el momento, involucrado en una investigación más amplia buscando el uso de nuevos suplementos alimentarios (como enzimas cerveceras, granos, alimento a base de canola, de semillas de algodón, así como maíz molido entre otras) con el fin de reducir las emisiones generadas por la industria lechera.

Fuente: Agencias