Argentina trabaja en «Fórmula Mágica» que permita reanudar Exportaciones de Carne

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Esta semana el cepo a la carne podría reducirse al 14%, respecto de lo que se exportó el año pasado. La decisión dependerá si el Gobierno de Argentina decide avalar lo que proponen los funcionarios del ministerio de Agricultura, del Senasa y organismos de contralor como la Afip y la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), luego de reunirse con equipos técnicos de la Mesa de Enlace y los frigoríficos. 

La determinación también se adoptó después de la presión que ejercieron gobernadores del PJ (Partido Justicialista) de provincias donde la actividad agropecuaria es importante. Fue una movida encabezada por Gustavo Bordet (Entre Ríos), Omar Perotti (Santa Fe) y Sergio Ziliotto (La Pampa). Este martes Domínguez mantendrá una reunión con los integrantes de la Mesa de Enlace.

Buscan una «fórmula mágica» para que las exportaciones de carne vuelvan a ganar a dinamismo –y que los trabajadores del sector recuperen sus niveles de empleo y de salario–, pero sin sin afectar el abastecimiento del mercado interno, en cantidad y precio. Estiman que si liberan la vaca de conserva que casi exclusivamente demanda China, se mejorarían notablemente los porcentajes habilitados.

En ese sentido, si sólo quedan excluidos los 7 cortes que no se pueden exportar hasta el 31 de diciembre –asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío– que representan aproximadamente el 14 % de una media res vacuna, el volumen permitido pasaría al 86 %. Actualmente se calcula en 65 %: 50 % general, más Cuotas Hilton y 481 para Europa, y los cupos especiales para Estados Unidos, Colombia e Israel.

Si bien todo el Gobierno está encaminado en avanzar hacia una flexibilización del cepo a la carne antes del plazo, establecido el 31 de octubre, en el marco de la batería de «buenas noticias» que impulsa para recuperar votos luego de la derrota en las elecciones PASO, también los funcionarios muestran una postura homogénea e insisten que la salida a largo plazo es una mayor producción. Pero sobre ello no coinciden en los métodos con la agroindustria, desde donde recalcan que «cerrar las exportaciones es todo lo contrario a los incentivos que impulsarían una mayor cantidad de vacunos y de mayor peso».

Los funcionarios también afirman, casi a coro, que no impulsan «una liberación total a lo Macri». Y están convencidos de que el Estado tiene los mecanismos adecuados para controlar que se pueda exportar sólo lo permitido. Destacan que en cada frigorífico hay un agente público que debe registrar y firmar lo que se faena y el destino comercial de cada kilo de carne.

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