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Argentina: Pastura Subtropical para Ambientes Exigentes

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Gracias al mejoramiento genético, el INTA Rafaela –Santa Fe– Argentina, obtuvo una semilla un 30 % más grande y más pesada, en comparación con variedades similares. En suelos salinos y zonas inundables, Kapivera INTA produce hasta 15.000 kilos de pasto durante la primavera y el verano.

En los últimos años, el desplazamiento de la ganadería hacia zonas con limitantes al crecimiento ya sea por exceso o restricciones hídricas o suelos con salinidad o sodicidad planteó el desafío de buscar pasturas que se adapten a condiciones ambientales más exigentes. En este contexto, técnicos del INTA Rafaela –Santa Fe– presentaron Kapivera INTA, una variedad de Panicum coloratum que produce gran volumen de pasto durante la primavera y el verano, soporta anegamientos, tolera suelos salinos y se caracteriza por el mayor tamaño y peso de semillas, lo que le otorga una ventaja a la hora de la implantación.

De acuerdo con María Andrea Tomás, especialista en mejoramiento genético del INTA Rafaela –Santa Fe– y obtentora del nuevo cultivar, “se trata de una variedad que se puede sembrar desde Córdoba, La Pampa hasta Corrientes, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero; tiene mucho potencial en zonas donde las condiciones ambientales son más exigentes”.

“Gracias al trabajo en mejoramiento genético, logramos que la semilla de Kapivera INTA sea un 30 % más grande y más pesada, en comparación con variedades similares”, destacó Tomás y agregó: “Con esta semilla se incrementa la producción porque, por su tamaño, se mejora la implantación y se logran más plantas”.

Si bien la zona de Rafaela cuenta con suelos de buena calidad, hacia el norte se encuentran los bajos meridionales. Allí, la salinidad del suelo y los anegamientos periódicos afectan el crecimiento de los pastos y restringen los sistemas ganaderos de cría. “Nos enfocamos en el desarrollo de una gramínea subtropical que, a pesar de las condiciones del ambiente, produzca pasto de calidad”, señaló Tomás.

Kapivera INTA (que en voz guaraní significa “pasto brillante”) es una variedad de Panicum coloratumideal para el pastoreo directo debido a que produce pasto de buena calidad con relativa resistencia al frío.

Lograr una buena implantación y obtener un stand de plantas óptimos es quizás uno de los principales desafíos para quienes incluyen gramíneas subtropicales a sus esquemas productivos.

Ensayos realizados en el predio experimental del INTA en Rafaela demostraron que la pastura puede rendir hasta 15.000 kilos de materia seca por hectárea. Sin embargo, en zonas más áridas y donde los suelos tienen menor cantidad de materia orgánica puede alcanzar los 8000 kilos.

Mediante un convenio de vinculación tecnológica, el Grupo Agroempresa Semillas de Córdoba trabaja en la multiplicación de la nueva variedad para su posterior comercialización.

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La OMSA y la FAO instan a sus miembros a erradicar la Peste de los Pequeños Rumiantes

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La peste de los pequeños rumiantes (PPR), es una enfermedad devastadora que causa importantes pérdidas económicas y animales. Con tasas de morbilidad y mortalidad que pueden alcanzar el 100 % en poblaciones no expuestas previamente, esta enfermedad vírica altamente contagiosa representa una grave amenaza para ovejas, cabras y ciertas especies de rumiantes silvestres.

Más allá de su impacto en la sanidad animal, las pérdidas económicas asociadas a la PPR ascienden a unos 2.100 millones de dólares estadounidenses al año. Desde su identificación en 1942, la PPR se ha propagado a más de 70 países en África, Asia, Oriente Medio y Europa del Este, arraigándose en muchas regiones y representando una seria amenaza para los medios de vida y las economías frágiles. Esta enfermedad socava los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente en zonas donde más de 330 millones de personas, principalmente pequeños agricultores y comunidades de subsistencia, dependen de los pequeños rumiantes.

Aún se requiere más trabajo para lograr la erradicación

La exitosa erradicación de la peste bovina en 2011, que demostró el poder de la colaboración y los esfuerzos concertados para proteger la sanidad animal y los medios de vida humanos, motivó a la comunidad veterinaria mundial a designar la PPR como la siguiente enfermedad prioritaria a erradicar, junto con la rabia transmitida por perros. En 2015, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzaron la Estrategia Global de Control y Erradicación de la PPR (PPR GCES, por sus siglas en inglés)  , con el ambicioso objetivo de erradicar la enfermedad para 2030.

Durante los 10 años transcurridos desde el lanzamiento de la estrategia PPR GCES, se han logrado avances significativos. Entre las iniciativas se incluyen la implementación del Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS)  , varios proyectos financiados por la Unión Europea, proyectos de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EE. UU. (DTRA), y el lanzamiento del Programa Panafricano para la Erradicación de la PPR y el Control de Otras Enfermedades Prioritarias de los Pequeños Rumiantes  . Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

La propagación continua de la PPR hacia nuevas regiones y su arraigo en áreas endémicas, agravados por el acceso limitado a servicios veterinarios en comunidades marginadas, siguen siendo grandes desafíos para su eliminación. Superar estos obstáculos es esencial para lograr la erradicación de la PPR, proteger los medios de vida y reforzar la seguridad alimentaria de algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo. Es imperativo mantener un esfuerzo global sostenido y coordinado para garantizar el éxito de la estrategia PPR GCES y fortalecer la resiliencia de las comunidades que dependen de los pequeños rumiantes.

Un compromiso con la colaboración global

Los pequeños rumiantes suelen ser el recurso más importante, y en algunos casos el único, del que dependen ciertas poblaciones vulnerables para sobrevivir. La erradicación de la PPR abriría oportunidades económicas tanto a nivel nacional como internacional, contribuyendo al crecimiento y la estabilidad. Las ovejas y las cabras desempeñan un papel esencial en la vida de muchos agricultores, especialmente mujeres y jóvenes, quienes a menudo están subrepresentados en los espacios públicos y de toma de decisiones.

Desde el inicio de la estrategia PPR GCES, ha quedado claro que los brotes pueden gestionarse y que se puede desarrollar una inmunidad colectiva mediante el establecimiento de mecanismos nacionales de financiación para actividades clave de prevención de enfermedades animales, la promulgación de políticas y normativas favorables, la inversión en la producción de vacunas y diagnósticos para la PPR, y la concienciación y formación sobre tecnologías de prevención y control.

Para tener éxito, los esfuerzos de erradicación deben seguir una estrategia bien diseñada y coordinada, respaldada por una infraestructura sólida y la inversión en el personal veterinario. Estos esfuerzos deben priorizarse y reconocerse como un bien público internacional mediante un compromiso político firme y la movilización de recursos. La OMSA y la FAO instan a sus Miembros a seguir comprometidos con la inversión en enfoques.

¿Qué es la peste se pequeños rumiantes?

La peste de pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad vírica causada por un morbilivirus estrechamente relacionado con el virus de la peste bovina que afecta a caprinos y ovinos y a algunos parientes silvestres de pequeños rumiantes domésticos, así como a los camellos. Se identificó por primera vez en Côte d’Ivoire en 1942.

Se caracteriza por tasas de morbilidad y mortalidad significativas, y tiene un alto impacto económico   en zonas de África, Oriente Medio y Asia, donde los pequeños rumiantes contribuyen a garantizar la subsistencia.

Los animales afectados presentan una fiebre alta y depresión, junto con secreciones en los ojos y las fosas nasales. Los animales no pueden comer, ya que la boca se cubre de dolorosas llagas erosivas y sufren de neumonía y diarrea graves, que llevan, con frecuencia, a la muerte.

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