Argentina le Apuesta a la Ganadería de Precisión

COMPARTIR

Argentina viene dando pasos importantes en cuanto a ganadería de precisión por medio de tecnologías que ponen el acento en la gestión individual de los animales.

El elemento central de esta tecnología es la identificación de cada individuo con caravanas electrónicas y un bastón lector que permiten separar a los menos eficientes e identificar los de mejor comportamiento.

Con la ganadería de precisión también se busca simplificar tareas, bajar costos, resolver problemas de infraestructura y mejorar el manejo de los recursos sobre la base de la objetividad de la información generada y para evitar errores humanos, de acuerdo con un trabajo desarrollado por profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Según el informe preparado por Aníbal Pordomingo, investigador del INTA Anguil y coordinador del Programa Nacional de Carnes y Fibras Animales de la institución; Mauricio Álvarez, investigador principal del INTA Valle Inferior, Juan Elizalde, consultor privado; y Matías Canosa, director de Conocimiento Ganadero, ya hay tecnologías para determinar el geoposicionamiento animal, lo que permite disponer de la ubicación, el tiempo de pastoreo, el lugar y período de descanso de cada vaca, con caravanas y collares que tienen mucha autonomía por consumir poca batería.

Otra tecnología, con cámaras 3D, permite evaluar la condición corporal del hato al pasar por la manga. La cámara toma el volumen del animal desde arriba y establece un valor dentro de una escala de manera objetiva reemplazando al ojo humano.

También está en desarrollo la herramienta de alambrados virtuales que consiste en establecer una barrera no física para los animales y enseñarles que no pueden ir más allá de ella. Para eso, se usan collares con estímulos: al acercarse a la barrera, el collar emite un sonido cada vez más intenso y, al llegar al límite, efectúa una descarga eléctrica similar a la de un electrificador.

Estos dispositivos exigen poner en marcha un mecanismo de aprendizaje para los animales. Por esa razón, se podría usar principalmente en vacas de cría que permanecen varios años en el campo una vez entrenadas.

Así mismo, el monitoreo en tiempo real de la disponibilidad de pasto en cada lote de forma remota ha sido alcanzado con distintas tecnologías que la determinan con mucha precisión en tiempo real. Además de las imágenes satélites, se han desarrollado cuatriciclos con pasturómetros que miden la producción disponible mediante un sensor de índice verde. Sirve para decidir cambios de lotes, suplementación, etc.

Por otro lado, una herramienta útil para campos con potreros grandes es la balanza de pesado automático. Con ella, cada animal es pesado cuando se dirige a tomar agua en el bebedero, lo que se combina con su identidad a partir de una caravana electrónica. También hay sistemas de aguadas inteligentes. Mediante sensores se puede conocer, de manera remota, si el molino o la bomba funcionan correctamente o si el bebedero tiene suficiente nivel para abastecer a toda la hacienda.

Para los feedlots también hay dispositivos para la gestión de cada animal en el posicionamiento dentro del corral. Mediante la identificación individual se puede detectar al que se aleja del comportamiento normal -por ejemplo, se aísla en una esquina porque está enfermo- para tratarlo rápidamente. Este sistema también puede medir la cantidad de horas frente al comedero.

De igual manera están los comederos inteligentes permiten conocer cuánto consume cada animal. Son bateas individuales con balanza que permiten que se alimente un solo animal por vez. Sirven para evaluar la eficiencia de uso del alimento en función del consumo, del peso metabólico y del aumento diario. Se está desarrollando otro tipo de comedero inteligente para ganadería más extensiva con suplementación a campo, que permitiría dosificar una cantidad definida de alimento según el potencial genético de cada animal.

Los drones también tienen uso en los corrales de engorde ya que «leen» los comederos con vuelos programados y utilizan un software que permite ajustar la ración para el día siguiente de manera objetiva. También analizan el score de bosta y el desperdicio de alimento, al tiempo que evalúan la condición corporal. Las imágenes se convierten en datos y esas mediciones permiten comparar proveedores de animales para engorde.

Sin embargo, Matías Canosa consideró como cuellos de botella para la aplicación de las tecnologías de precisión la motivación del personal ganadero. Además, «quien no esté capacitado para analizar los datos, generar información y tomar decisiones con ella, no debería incorporar estas herramientas. Con planillas simples, completadas a tiempo, se puede lograr un impacto parecido al que pueden dar un dron o un conjunto de sensores».

Mauricio Álvarez alertó que muchos dispositivos de precisión operan con wifi. Esa es otra limitante para su difusión en campos sin adecuada conectividad. Es un problema que sufren los productores argentinos, pero que se repite en otros países.

argentinaganaderiasliderTecnología