Analizan la presencia del virus de la hepatitis E en el cerdo español

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Un estudio liderado por el grupo de “Microbiología Una Salud” de la Universidad de Burgos ha estudiado la situación del virus de la hepatitis E en la cabaña porcina española. Este estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista “Frontiers in Microbiology” pone de manifiesto que aunque el virus de la hepatitis E circula entre los cerdos españoles, la carne de cerdo puede considerarse de bajo riesgo para la transmisión de este virus a los humanos.

El veterinario David Rodríguez Lázaro, director del Área de Microbiología y autor principal de este trabajo, indica que “los resultados en este trabajo permiten asegurar que la carne puede considerarse un alimento de bajo riesgo, ya que no hemos encontrado el ARN del virus en ninguna de las muestras de carne analizadas”. Asimismo, este trabajo presenta una aproximación novedosa al estudio de la presencia del virus de la hepatitis E en cerdo, “nos hemos centrado en analizar la presencia del virus en el momento en que los cerdos son llevados al matadero”, indica Rodríguez Lázaro, y “además no sólo hemos analizado la presencia de éste en hígado o en sangre y en heces como se han hecho en otros trabajos, sino que hemos querido conocer su presencia en otros órganos -corazón y riñones-, y en diferentes partes o paquetes musculares que son usados para realizar embutidos o para la venta de carne de cerdo como el costillar, diafragma, jamón magro (bíceps femoral), bacon y cabeza de lomo”.

Para ello se analizaron 45 cerdos aparentemente sanos de nueve mataderos españoles que representan el 50% de la producción nacional, y en cada uno de ellos se analizó la la serología específica para este virus, así como la presencia del ARN en esos diez tipos de muestras.

La serología fue similar a estudios previos realizados en España; más del 70% de los cerdos fueron seropositivos para este virus, “lo que indica que buena parte de los cerdos habían estado en contacto con el virus previamente”,  señala el veterinario. Sin embargo, los resultados del ARN del virus fueron más esperanzadores; “únicamente un porcentaje relativamente bajo de las muestras de hígado, heces y sangre mostraron la presencia del ARN del virus”, Rodríguez Lázaro, “lo que representa que el virus está únicamente presente en un porcentaje bajo de cerdos y lo que es más importante ninguna muestra de costillar, jamón magro, bacon y cabeza de lomo mostraron evidencia de la presencia del virus”. «No hay evidencia de su presencia en la carne y partes que se emplean para realizar embutidos, lo que reduce drásticamente la exposición al ser humano, y por tanto el riesgo de infección”, agrega.

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