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Cinco Graves Epidemias Ocasionadas por Virus Zoonóticos

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Las enfermedades animales que se pueden transmitir a personas están surgiendo como una grave amenaza regional y mundial, considera la OMS.

Aunque no se conoce la fuente precisa del actual coronavirus SARS-CoV-2 , todo indica que saltó de un animal a un humano donde el virus mutó y se propagó rápidamente entre la población. Aquí hay cinco ejemplos históricos de zoonosis, como se conoce ese tipo de transmisión.

Las enfermedades de animales que infectan a los humanos son una de las amenazas más serias que enfrenta la salud humana.

A través de los siglos, la zoonosis como se conoce a la transmisión de enfermedades de animales a humanos ha generado epidemias que han causado estragos existenciales, económicos y sociales a extensas comunidades.

Desde la llamada influenza española, pasando por las más modernas epidemias como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), las gripes aviar y porcina, hasta la actual pandemia de coronavirus, todas tienen un origen común: un virus exclusivo de poblaciones animales que muta, invade un humano y de ahí se propaga como patógeno nuevo humano.

En 2004, tras algunos de los brotes más severos conocidos hasta esa fecha de males como el SARS, gripe aviar y enfermedad de las vacas locas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el creciente peligro de enfermedades animales que pueden infectar a seres humanos.

“Una de las conclusiones es que las enfermedades animales que se pueden transmitir a personas están surgiendo como una grave amenaza regional y mundial, cuya magnitud es muy probable que aumente”, señaló el entonces coordinador para el control de zoonosis de la OMS, François Meslin.

Palabras proféticas si se tiene en cuenta la crítica situación global en torno al SARS-CoV-2 (el nombre científico del nuevo coronavirus) que causa la enfermedad covid-19.

Para tener una perspectiva de la actual pandemia, aquí hay cinco graves epidemias causadas por zoonosis, el gran salto de un virus entre una especie y la otra.

Influenza

Es muy posible que una de las primeras pandemias de influenza se dio en China, alrededor de 6000 a.C., aunque también Hipócrates, el «padre» de la medicina de antigua Grecia, describió sus síntomas, hace unos 2.400 años. Pero la pandemia de influenza más conocida y letal ocurrió en 1918.

La mal llamada «gripe española» fue causada por una cepa del virus H1N1 y fue una verdadera pandemia global que se extendió por todos los continentes -incluyendo el Ártico y remotas islas en el Pacífico-.

Infectó a unos 500 millones de personas y se estima que causó entre 17 millones y 50 millones de muertes, muchas de estas entre jóvenes. Algunos cálculos afirman que el número de fatalidades llegó hasta 100 millones.

Se cree que el precursor fue un virus aviar que mutó y migró al ámbito porcino y de allí saltó a los humanos. Decenas de miles de soldados que regresaban de la Primera Guerra Mundial habían entrado en contacto con los animales.

La influenza es una infección recurrente que, aunque no tiene el devastador efecto de 1918, cobra un número considerable de vidas al año, entre 300.000 y 650.000.

En 2009, el H1N1 se manifestó otra vez en un brote conocido como gripe porcina, que se originó en cerdos en México.

VIH/sida

El VIH es parecido al virus de inmunodeficiencia de los simios.

Como otros agentes causantes de enfermedades infecciosas emergentes, el VIH pasó a los seres humanos por zoonosis.

El VIH es sumamente parecido a un virus que ataca a otros primates. Se trata del virus de la inmunodeficiencia de los simios (VIS), del cual hay varias cepas que se transmiten por vía sexual.

Sin embargo, el virus de los primates no causa inmunodeficiencia en los organismos que lo hospedan, salvo en el caso del salto de una especie a otra.

Aunque se observó clínicamente en Estados Unidos en 1981, se cree que el salto de especies ocurrió en tres ocasiones diferentes en el siglo XX, creando tres cepas diferentes. Se estima que se originó entre primates no humanos en el centro de África occidental.

Se tiene evidencia de que el virus simio estuvo presente entre los que consumían y vendían carne de monos y chimpancés, pero el sistema inmunitario humano generalmente podía combatir esta infección con eficacia.

Sin embargo, la frecuencia de la infección produjo la mutación del virus letal VIH que ha infectado 75 millones de personas desde los años 80 y cobrado la vida de más de 30 millones.

Enfermedad de las vacas locas

La enfermedad de las vacas locas brotó en Reino Unido a finales de los años 80

A pesar de lo indecoroso del nombre popular de esta enfermedad, describe los síntomas bastante bien: el ganado vacuno afectado manifiesta un andar errático, falta de coordinación muscular y un comportamiento anormal que incluye ansiedad, nerviosismo, frenesí y agresión.

Conocida también por el nombre científico de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) , el desorden neurológico es el resultado de una infección por un agente de transmisión poco común llamado prión que contiene una proteína replicante, cuya naturaleza no está entendida completamente.

El período de incubación de la enfermedad es de entre cuatro y cinco años y hay hipótesis que una forma espontánea de EEB ha existido ocasionalmente durante siglos entre el ganado. Sin embargo, el brote crítico se dio en Reino unido a finales de la década de 1980.

Se cree que el ganado fue infectado al ser alimentado con productos que contenían restos animales, como huesos y carne de otras criaturas que habían desarrollado espontáneamente la enfermedad. Otro producto que pudo estar presente en el alimento vacuno es la carne de corderos afectados con tembladera.

El primer caso humano relacionado a la epidemia de EEB se dio en 1996, en forma de una nueva enfermedad: una variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD).

Aunque rara, los humanos que desarrollan vCJD pierden progresivamente la capacidad para pensar y moverse, y con el tiempo no pueden ver, hablar ni alimentarse por sí solos.

La ruta de transmisión no está definitivamente comprobada, pero todo apunta al consumo de carne contaminada con EEB, particularmente los productos que contengan sesos u órganos digestivos de animales infectados.

SARS

El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) es considerada la primera pandemia del siglo XXI. Se originó en China, en 2002, y sorprendió al mundo por la rapidez con que se propagaba de continente en continente.

Las civetas, infectadas por murciélagos de herradura, fueron identificadas como la fuente del virus.

Laboratorios en Hong Kong, Alemania y Estados Unidos, simultáneamente aislaron el virus y lo identificaron como una nueva cepa de coronavirus, generalmente encontrado en pequeños mamíferos, que había mutado permitiendo la infección entre humanos.

Se cree que el reservorio del virus fueron los gatos de algalia o civetas, a su vez infectadas por murciélagos de herradura que viven en cuevas.

Durante el período del brote, hubo 8.098 casos reportados de SARS con 774 muertes. Lo que significa que la tasa de mortalidad era de aproximadamente 10%.

La pandemia se logró controlar en 2003, tras una política de cuarentena y restricciones a los pasajeros aéreos de áreas afectadas.

En 2004 hubo otro brote menor de SARS que se vinculó a una persona que entró en contacto con el virus en un laboratorio en China, en lugar de haber sido una transmisión por zoonosis.

Ébola

Antes de la conmoción causada por la actual pandemia de coronavirus, el mundo nuevamente entró en crisis por la enfermedad causada por el virus de ébola (EVE), conocida también como fiebre hemorrágica del ébola.

El murciélago de fruta es el candidato más probable de ser el animal que transfirió el virus del ébola a la población humana.

Se han documentado brotes desde 1973, pero el más intenso ocurrió entre 2014 y 2016, que se originó en África Occidental, afectando principalmente a Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria, antes de pasar a afectar otros países, incluyendo EE.UU., Italia y España.

Según la OMS, el total de casos (confirmados, probables y sospechosos) fue de 28.652, con 11.325 muertes, lo que evidencia una altísima tasa de mortalidad.

Todavía no se ha confirmado cuál es el reservorio principal del ébola, aunque el candidato más probable es un murciélago de fruta.

Tampoco se sabe a ciencia cierta cómo ocurre el traspaso del virus de animales a humanos, aunque se piensa que se debe al contacto directo con animales salvajes que se alimentan de las frutas parcialmente consumidas por los murciélagos contaminados con el virus.

Además de los murciélagos, entre otros animales que pueden estar infectados con el virus de ébola hay varias especies de monos, chimpancés, gorilas, babuinos y una especie de antílope. Un estudio científico en Gabón sobre casos humanos del ébola lo encontró en una muestra de perros salvajes que posiblemente se alimentaron de animales infectados.

El virus se transmite por contacto directo con los fluidos corporales de mamíferos infectados.

Amenaza creciente

Mientras continúe el contacto cercano entre humanos y animales la zoonosis seguirá. A lo largo de la historia y particularmente en las últimas décadas ha habido muchas más infecciones que han saltado de animales a humanos. Estas incluyen la gripe aviar y el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente o MERS (otra cepa de coronavirus).

Pero la transmisión de enfermedades por contacto con los animales no se limitan a la mutación viral. Pueden ser por picaduras o mordeduras que transmiten directamente a los humanos virus o bacterias malignas. También por ingerir alimentos o agua contaminadas con parásitos.

Tal es el caso de la peste negra o bubónica -por picadura de pulgas transportadas por ratas, la malaria, el dengue o el zika -por picadura de diferentes mosquitos- o la rabia -por mordedura de perros o animales salvajes.

Esa peligrosa relación entre especies es inevitable, pero seguirá aumentando inexorablemente, a medida que vivamos en mayor proximidad con animales domésticos -tanto en casas como en grajas o mercados- que invadamos más los predios silvestres, o que la poblaciones de animales portadores se multipliquen con el cambio climático.

En la actualidad, la OMS estima que, a nivel mundial, cada año se producen alrededor de mil millones de casos de enfermedades y millones de muertes por zoonosis.

Alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes que se informan a nivel mundial son zoonosis. Se han detectado más de 30 nuevos patógenos humanos en las últimas tres décadas, el 75% de los cuales tuvieron un origen animal.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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