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Ceba a los 350 kilos terminales, Requiere Razas y Producción Eficientes

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Expertos señalan que es necesario tener un esquema productivo eficiente y coordinado para lograr satisfactoriamente dicho modelo. Lo consideran óptimo porque el hato rota más rápido y el subproducto cárnico se caracteriza por su terneza y mejor calidad. Otros creen que se pierde en rendimiento porque en ese peso, el animal es más productivo.
 
Existen ganaderías en Colombia que producen bovinos hasta los 350 kilos y al llegar a ese peso los destinan a sacrificio. Estos animales generan carne de gran terneza que es apetecida por los consumidores, y según expertos, son subproductos de alto valor y buena receptividad en el mercado.

Quienes saben del tema opinan que es un modelo que exige mucha eficiencia en genética, suelos y demás, pero algunos manifiestan que es un esquema óptimo porque genera un constante flujo de caja a las ganaderías de ceba y que en ese sentido una cosa compensa a la otra en materia financiera.

Precisamente las unidades productivas que ejercen esta práctica trabajan con razas de alta genética para que les funcione. De acuerdo con fuentes consultadas estas podrían ser: Beefmaster, Bonsmara y cruces, Brahman, y cruces de Wayuu y Angus.
 
En Argentina fue tradicional

Según Oscar Fernando Ospina Rivera, médico veterinario, especialista y PhD, quien además es consultor internacional, “es un esquema que se aplicó en la ganadería de  Argentina y fue exitoso”.

Agregó que era algo tradicional en este país que ha marcado la pauta en el mercado mundial con sus cortes de gran sabor, particularmente con el churrasco argentino.

Pese a que fue un esquema exitoso, «se dieron cuenta que el inventario comenzó a disminuir de manera rápida lo que las autoridades atribuyeron a dicho modelo productivo, y por tal razón, dejaron de aplicarlo».

Según Ospina es una explotación que requiere de razas caracterizadas por su eficiencia productiva, y asimismo, de un manejo adecuado y estricto para poder lograr que los animales expresen lo mejor de ellos de manera rápida y de gran calidad.

El problema es que si no se logra eso, no solo disminuye la producción total de carne, sino que la relación hueso carne, podría ser desfavorable.

“Mi recomendación es hacerlo con cruces con razas europeas”, recomendó el experto internacional.

Mayor aporte animal

Por su parte Luz Mercedes Botero, Zootecnista, M.Sc., investigadora de la Universidad de Sucre y miembro de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Criadores de Ganado Doble Propósito, Asodoble, dijo que, “todo negocio tiene su lógica y rentabilidad”.

No obstante desde la biología, con el tipo de res propia, los rendimientos marginales decrecientes, se logran a los 420 kilos de peso vivo.

“La curva sigmoidea del crecimiento en el primer año de edad del vacuno macho, es muy ineficiente, pero después viene una etapa de levante de mayor eficiencia por el manejo que se otorga”, reiteró.

Por lo tanto, consideró que el esquema de 350 kilos donde en este peso termina la ceba para el bovino, no es lógico.

“Pienso que es perder el momento en que el animal resulta ser más eficiente y puede aumentar sus kilos más rápidamente. Mejor lo sacrifico como baby beef”, puntualizó Botero.

En ese mismo sentido se manifestó Efraín Benavidez Ortiz, médico veterinario, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de La Universidad de la Salle, quien aseguró que, “es un modelo algo ineficiente, pero puede ser próspero”.

“Eso depende de dos factores fundamentales: la alimentación de los bovinos y la ubicación geográfica de la unidad productiva ganadera”, determinó.

Destetes tempranos

Daniel Cadavid Londoño, vicepresidente de la junta directiva de Fedegán y presidente del Comité Departamental de Ganaderos de Antioquia, aseguró estar de acuerdo con el modelo y opinó que “este formato productivo en el que la ganadería podría saltarse una etapa que es el posdestete”.

Para Cadavid, este es un levante a veces muy ineficiente que tienen los ganaderos. Parte en muchas ocasiones de hacer mal el proceso en el que se castigan las crías y se pierde tiempo para que los animales vuelvan a recuperar la condición de rumiantes y empiecen a ganar peso.

Para poder ganar pesos en estas cebas precoces lo que hay que hacer es unos destetes tempranos o unos procesos alternativos para que los animales se conviertan en rumiantes muy rápidamente.

“Es importante que no dependan tanto de la leche de la vaca y cuando entren al destete lo hagan en una etapa de sostenimiento de peso o de crecimiento del animal, pero sin producción de mucha carne”, explicó el también representante legal de la Asociación de Ganaderos y agricultores del Bajo Cauca y Alto San Jorge, Asogauca.

Cuando eso se maneja bien, los animales empiezan a partir del destete el proceso de ceba inmediato lo que hace que adquieran estos pesos en un tamaño menor.

El éxito del modelo de ceba hasta los 350 kilos es hacer las cuentas en las fincas, percatarse y estar seguro de cuánto vale el sostenimiento de un animal en el mes y saber que si esos márgenes se bajan en el tiempo significa una mayor utilidad en el proceso.

“Creo que es mucho lo que nos queda por aprender a manejar y a adoptar tecnologías que sean muy favorables para la economía del hato”, concluyó Cadavid Londoño.

Su característica es la terneza

Paola Castro, ganadera y vicepresidente del Comité Cebuista de la Orinoquía, fue enfática en afirmar que, “es un esquema que se especializa en carnes de razas específicas cuya característica es su terneza”.

Es el caso de razas como Beefmaster, Bonsmara y sus cruces con Brahman pueden ser muy efectivas. También los cruces de Wayuu y Angus.

“Igualmente las líneas puras del Brahman logran pesos cercanos. Son cruces que se vuelven terminales prácticamente al destete”, recalcó.

La carne de los bovinos de 350 kilos es de un alto valor en el mercado debido a su terneza. Se necesita tener un trabajo muy adelantado en cuanto a genética y calidad de suelos y de pastos y en la efectividad de los sistemas de rotación. Asimismo de la calidad de los minerales que se le entregan a los animales.

“Conozco modelos con pasto mombasa que con riego ayudan a lograr estos ciclos cortos. Desde el punto de vista financiero es óptimo, pues se hace más corto el ciclo de sacrificio y más rápido el movimiento del inventario en las fincas, sin tener que esperar un período largo para obtener rendimientos”, agregó la dirigente Castro.

Desde el punto de vista del producto, es una carne de alta calidad, debido a su terneza y ausencia de grasa.

El flujo de caja lo logran dependiendo del modelo de explotación que cada ganadería maneje. En la cría por ejemplo (que sería el más apropiado para este modelo de sacrificio joven) se pueden obtener esos pesos al destete o meses post destete, en las modalidades que le acabo de explicar, es decir con mejoramientos genéticos, de pastos, suelo y manejo.

“Todo depende de la cantidad de animales con las que cuente cada ganadería y la programación que tengan. Hay ganaderías que se programan para destetar dos o tres veces al año (haciendo montas controladas), con lo cual, deben organizar sus recursos para el resto del año”, advirtió.

Hay ganaderías que destetan mensualmente, pues por su área, manejo, clima y cantidad de ejemplares, deben hacerlo de esa manera. Aunque ese proceso también depende de las condiciones y facilidades con las que cuente el criador.

“En una explotación organizada y con los medios óptimos se logra un destete de 300 a 320 kilos a los 7 meses de edad. Pero esas no son las herramientas con las que cuentan la mayoría de los ganaderos”, puntualizó la vicepresidente del Comité Cebuista de la Orinoquía.

Capacidad de los bovinos

Jorge Humberto García, ganadero y experto en nutrición animal, manifestó que, “es importante ver la capacidad de desarrollo de los animales”. Consideró que es posible que hayan bovinos que no den más de 350 kilos y otros que por su estructura llegan a los 500 kilos y les queda faltando.

Desde el punto de vista económico es necesario tener en cuenta que el macho de ceba llega a los 430 kilos y en ese momento comienza a comer mayor volumen de alimento y a bajar la velocidad de su productividad o rendimiento, por lo tanto requiere mayor inversión en esfuerzos, recursos y dinero.

“Es posible igualmente encontrar bovinos con pesos cercanos a los 300 o más kilos que han sido mal alimentados y a partir de ahí los ponen a comer mejor y logran esa productividad a los 350 kilos”, sintetizó el ganadero.

Bajo rendimiento en canal

Para Miguel Dulcey Durán, gerente de la empresa Expoganados Internacional S.A.S., sacrificar un animal a los 350 kilos no es conveniente porque el rendimiento en canal sería bastante bajo.

No obstante por ser un animal joven su carne es más tierna e igualmente más apetecida por su sabor y jugosidad de tal manera que puede compensar una cosa con la otra.

“De todas maneras no rinde tanto en canal como si lo hace un animal gordo que ha terminado su proceso de ceba de manera normal”, remató el empresario.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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