La industrialización de la yuca en Paraguay deja una considerable cantidad de materia orgánica que antes era un problema de contaminación; sin embargo, hoy es un factor de aprovechamiento para la preparación de concentrados para la alimentación animal, ya sea en forma de harinas o pelletizados.
El almidón es, después de la celulosa, el carbohidrato de mayor abundancia en la naturaleza. El Dr. Álvaro Montaldo, (autor de varios trabajos sobre el uso integral de la yuca) en su libro «La yuca frente al hambre del mundo tropical», hace una mención especial de cómo se puede utilizar la yuca (también llamada mandioca) en la alimentación humana y animal.
Alimentación Animal
Se debe tener en cuenta que en la industrialización de la yuca se producen varios residuos que pueden ser utilizados en la alimentación de los animales, especialmente rumiantes, debido al alto contenido en fibra que contienen. También puede usarse en la alimentación de monogástricos como los caballos.
La yuca se puede utilizar en su totalidad: la rama se destina a la producción de estacas o semillas, y el resto puede ser utilizado en la industria y alimentación humana y animal.
Solamente hay que tener cuidado porque, con el desarrollo de nuevas plantas procesadoras, se han incorporado algunas variedades de alto rendimiento de almidón, pero con alto contenido de ácido cianhídrico (AC); a estas se las conoce en Paraguay como mandi’oro o mandioca amarga, que se diferencian en el gusto y calidad para la alimentación humana y animal de aquellas denominadas mandiocas mansas. Estas también dan como resultado diferentes calidades de bagazo.
En la obtención del almidón queda un residuo (bagazo) que se utiliza como fuente de fibra y energía en la alimentación de bovinos, ovejas, cerdos y caballos. Se lo puede usar húmedo o seco; esta última forma es la más indicada, debido a que se convierte en un material de inmediata disponibilidad en el aparato digestivo y con mayor facilidad de absorción de sus materiales. En cambio, si se lo suministra húmedo, la cantidad de agua debe ser eliminada, y eso le cuesta fósforo y otros minerales al animal; además de ocupar un volumen muy grande en la panza, con una sensación de plenitud que le impide seguir comiendo por un período. Si lo suministramos seco, la disponibilidad es inmediata y con mayor rendimiento nutricional.
En la industria de la yuca precocinada o congelada queda un residuo abundante de cáscara que puede ser utilizado húmedo o seco. En este caso, también, es mejor utilizarlo seco. Por un lado, para facilitar su digestión y, por el otro, para permitir que la concentración de AC sea eliminada en la mayor cantidad posible. Hay que tener en cuenta que la mayor concentración de este tóxico en la raíz se encuentra en la cáscara.
Para que un alimento procedente de plantas cianogenéticas, como la mandioca y el sorgo, esté disponible para la alimentación animal, debe tener como máximo 100 partes por millón de AC. En el tipo de yuca que va al mercado es muy raro que suceda, porque se usan variedades mansas o dulces. En las zonas de alta producción, como en Brasil, se usan variedades bravas. Aunque algunas de estas ya se están usando en nuestro medio y por eso hay que prestar atención a la procedencia de la cáscara o bagazo.
Porcentaje en la Ración de Vacas Lecheras
En vacas lecheras se puede utilizar cáscara de yuca fresca oreada: 20 a 23 kg si se la ofrece con ensilaje de maíz, 25 kg si se la combina con pasto elefante y hasta 40 kg si se utiliza melaza. En todos los casos se deben utilizar un suplemento proteico de 40 % y una sal mineral. En el primer caso se logra un 15 % de proteína, mientras que en el segundo y tercero se llega al 17 %. En los tres casos se alcanzan niveles aceptables de 4300 kcal/kg de energía digestible.
La hoja de la yuca es una buena fuente de proteína: 23 % de proteína bruta (PB), mejor que la alfalfa (17 % de PB). Se la puede usar fresca o en forma de heno. En ambos casos se puede picar junto con el pasto elefante y suministrarlos como suplemento, tanto al ganado de engorde como al lechero.
Como se puede apreciar, de la yuca no se desperdicia nada. Lo importante es que el productor sepa planificar el uso de su finca y plantar esta raíz de acuerdo al uso que la destine. En otros países se usa un cultivo con poca distancia entre plantas para obtener mayor cantidad de follaje, mientras que otros prefieren mayor rendimiento de raíz y lo hacen más separado. La mecanización ha modificado la distancia entre líneas y eso se debe ajustar de acuerdo al tipo de cultivo que se realice. El uso integral de la yuca permite tener mayores beneficios para el consumidor y productor.