La trazabilidad bovina «no va para atrás ni un tranco de pollo, porque nos diferencia y es nuestra principal herramienta», aseguró anoche el ministro de Ganadería del Uruguay, Tabaré Aguerre. Se estudian salidas a restricciones para enviar ganado a frigorífico.
Uruguay es el primero y único país del mundo con todo su rodeo bovino trazado, al punto tal que esta herramienta es lo que permitirá diferenciación de su carne en el mercado mundial. Más allá de los logros, el sistema está imponiendo algunas rigideces en el movimiento de animales y en los bovinos que se destinan a faena, en función de que la trazabilidad se haya hecho correctamente o no.
Sobre una base de 11.244.000 bovinos identificados y registrados, existen hoy 322.000 animales observados y muchas de esas observaciones están motivando que cuando llegan a las plantas frigoríficas se rechace la tropa. La industria no puede cumplir con un programa de faena y el productor se ve perjudicado porque su ganado es rechazado.
Por eso, la industria frigorífica, las cuatro gremiales agropecuarias (Cooperativas Agrarias Federadas, Asociación Rural, Federación Rural y Comisión Nacional de Fomento Rural), el Instituto Nacional de Carnes y varios jerarcas del Ministerio de Ganadería, se reunieron ayer varias horas con Aguerre, buscando soluciones al problema.
El ministro aclaró anoche que «la trazabilidad del rodeo bovino no va para atrás ni un tranco de pollo, porque nos diferencia y es nuestra principal herramienta».
Con esa convicción, exhortó a los productores y a los operadores -principalmente los veterinarios certificadores del ganado que va a la faena- a prevenir errores. «Es fundamental que todos los productores hagan una lectura de campo, principalmente de los animales que tienen previsto embarcar a faena en los próximos meses», dijo el jerarca. De ese modo, podrán saber si los animales están correctamente identificados o si tienen algún problema.
El cuello de botella se está registrando hoy en aquellos bovinos que están identificados, pero que, por alguna razón, el sistema no reconoce. «Esos animales no pueden ir a faena. Se está estudiando un mecanismo de flexibilización mediante una caravana diferente y se analiza si eso no viola las normativas asumidas desde el punto de vista sanitario», adelantó el ministro.
Resolución. Según anunció Aguerre, en los próximos días el Ministerio emitirá una resolución que «obligará a realizar una lectura de campo en cada establecimiento. Hay que corregir los errores que tienen los animales con algún asterisco (observados). Por eso, indicó que, «la mejor manera de saber cuál es la magnitud de las dificultades es hacer una lectura de todos los animales que se tiene en el campo y con su operador, acceder al sistema y levantar las inconsistencias que serían las que le impedirían en el futuro faenar normalmente esos animales», dijo el ministro.
Lo que no puede pasar es que el animal salga del predio «sin tener una lectura previa de los datos, que se carguen en un camión y que se lean las caravanas por el camino. Eso es incorrecto, nunca se pudo hacer, pero antes no teníamos manera de comprobarlo».
Si un animal en un camión está observado y se leyó la caravana por el camino, el operador no tiene como arreglar el problema. Cuando llega a la industria esa res está observada e inviabiliza a la tropa como un conjunto. Desde la óptica de Aguerre, la figura clave en el proceso de certificación son los operadores habilitados. La me-sa de ayuda del Sistema Nacional de Identificación Ganadera y los teléfonos del Sistema de Identificación y Registro Animal están a la orden para levantar aquellas inconsistencias que se puedan levantar», dijo.
Suiza Habilita Cupo de Calidad
La carne bovina uruguaya mejoró el acceso en Suiza al incorporarse al cupo de alta calidad. A partir de ahora, los frigoríficos uruguayos podrán exportar cortes procedentes de animales engordados a corral y con un arancel preferencial. Hasta el momento, Suiza compraba parte de los cortes Hilton que se conocen como rump & loin -lomos, bifes y cuadril- que se destinaban a la Unión Europea, pero la carne debía pagar US$ 23 por kilo como arancel. El haber logrado meter a la carne bovina uruguaya bajo la certificación de «alta calidad», abre la posibilidad a los frigoríficos de poder vender en Suiza, los mismos cortes, pero por separado, provenientes de animales preparados en engorde a corral (feed lot).
Para poder acceder bajo la nueva denominación, la normativa obliga al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) a certificar que los cortes provienen de animales de no más de 30 meses que hayan sido criados durante los últimos 100 días con una dieta que contenga 70% de granos.
Por otro lado, la carne bovina uruguaya ya no es discriminada en el mercado suizo, luego que el MGAP emitiera el decreto 98/2001, donde se establece que está prohibido el uso de promotores de crecimiento, sumándose a la expresa prohibición por ley de usar anabólicos en el engorde.
Fuente: El País