De crecimiento rápido y con adaptabilidad a las altas temperaturas, esta forrajera resulta un recurso estratégico para los pastoreos de altas cargas en zonas cálidas.
Por ser de crecimiento rápido y con adaptabilidad a las altas temperaturas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA Corrientes) considera al sorgo como “un recurso estratégico” para los pastoreos de altas cargas en zonas cálidas (como el noroeste de Corrientes).
Se trata de una forrajera con gran capacidad para adaptarse a condiciones climáticas adversas: tolera mejor el déficit de humedad en el suelo –comparado con la mayoría de los cereales– y se adapta a necesidades hídricas mínimas (250 mm) durante su ciclo de crecimiento y desarrollo.
Mario Slukwa, extensionista del INTA Corrientes, indicó que “los verdeos de verano, en especial el sorgo, permiten obtener un alto nivel de producción y son económicamente viables en un período de tiempo reducido. Además, se libera el lote en una fecha óptima y con un nivel de rastrojo adecuado para la siembra de verdeos en invierno”.
“Entre sus características –explicó Slukwa– se destaca la alta producción de forraje por unidad de superficie, lo que permite sostener una elevada carga animal durante los meses de verano, buena concentración energética y alta digestibilidad”. Así, según el intervalo entre cortes y la capacidad de rebrote de la variedad, es posible obtener una producción total de hasta 8 toneladas de materia seca por hectárea, distribuidas en dos o tres pastoreos, con un primer aprovechamiento de hasta 5 toneladas en un plazo de 70 días.
Con respecto al valor nutritivo que aporta, dependerá del momento en el que se utiliza, el estadio de la planta y la categoría animal que lo consumirá. En todos los casos, no se recomienda como único alimento debido a que es deficitario el aporte proteico para cubrir las necesidades de los bovinos. Debe ser complementado con dietas de animales adultos o en engorde o bien una suplementación proteica.
En esta línea, explicó que “previo a la floración, este cultivo combina una producción y calidad nutritiva aceptable con una proteína bruta de hasta el 10% y fibra bruta del 60% aproximadamente”. Siempre es conveniente analizar previamente el nivel de producción esperado, costos y precios de mercado de cada situación particular.