Se cumplen 10 años de la erradicación de la peste bovina, gracias a las vacunas

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La erradicación mundial de la peste bovina da motivos para ser optimistas en lo que respecta a la lucha contra las enfermedades infecciosas de los animales, un recordatorio del papel fundamental de las vacunas para protegernos a todos.

Durante siglos, los brotes de peste bovina causaron la muerte de millones de bovinos, búfalos, yaks y animales salvajes en África, Asia y Europa. Estos brotes significaron escasez de alimentos que resultaron en hambrunas, disturbios económicos y sociales, así como la interrupción de los arados propulsados por ganado que se utilizan en las zonas rurales para cultivar la tierra.

Décadas de esfuerzos de gobiernos y organizaciones locales apoyados por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), junto con otros socios, dieron como resultado la erradicación de la peste bovina a través de campañas de vacunación masiva de ganado. La victoria mundial sobre esta devastadora enfermedad se declaró en 2011, diez años después de la notificación del último caso a la OIE.

HACIA UNA MEJOR GOBERNANZA DE LA SANIDAD ANIMAL

Más allá del notable logro de la erradicación mundial de la peste bovina en sí, lo aprendido beneficiará a las generaciones venideras. La historia de la lucha contra la enfermedad fue uno de los principales impulsores del establecimiento acelerado de Servicios Veterinarios nacionales en numerosos países, así como de la fundación de muchas escuelas de veterinaria.

Un buen ejemplo es la inauguración de la primera escuela de veterinaria del mundo en Lyon, Francia, en 1761, lo que impulsó la apertura de otras escuelas en Europa. De manera similar, en África, la primera escuela de veterinaria se fundó en Egipto en 1827 para controlar la peste bovina. Las redes nacionales y regionales de laboratorios veterinarios que realizan diagnósticos y controlan la calidad de las vacunas hicieron lo mismo para combatir la peste bovina. En Asia, el Instituto de Investigación Veterinaria de la India se estableció en 1913 para desarrollar una vacuna contra la peste bovina, mientras que, en África, el Centro Panafricano de Vacunas Veterinarias de la Unión Africana (AU-PANVAC) comenzó a funcionar en 1986. A escala mundial, la devastación causada por la enfermedad fue el impulso para la creación de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) en 1924, que más tarde se convirtió en la Organización Mundial de Sanidad Animal. Estas estructuras, instituciones y organizaciones sentaron las bases importantes para los sistemas de gobernanza de la sanidad animal actuales.

Hasta la fecha, la erradicación de la peste bovina sigue siendo un hito sin precedentes en la historia de la salud animal. La única hazaña comparable en el ámbito de la salud pública es la erradicación de la viruela, una enfermedad humana, que se logró en la década de 1980. Ambas enfermedades tienen origen viral y comparten características que las convirtieron en objetivos de erradicación, ya que se pusieron a disposición herramientas de diagnóstico confiables y vacunas seguras y eficaces, junto con apoyo político y financiero. Siguiendo el camino abierto por la peste bovina y la viruela, ahora se pretende erradicar otras enfermedades infecciosas, como la rabia humana transmitida por perros y la poliomielitis en humanos, y la peste de pequeños rumiantes (PPR) en animales.

VACUNAS AYUDAN AL OBJETIVO DE ERRADICAR ENFERMEDADES PARA 2030

La comunidad internacional tiene ahora como objetivo erradicar la peste de los pequeños rumiantes (PPR) para 2030. La enfermedad afecta a las ovejas y las cabras en unos 70 países, principalmente en África, Asia y Oriente Medio, donde vive el 80 % de la población de pequeños rumiantes. Estos animales pertenecen principalmente a agricultores familiares, que dependen de ellos para obtener alimentos y otros productos, como lana y piel, así como para generar ingresos. Los pequeños rumiantes también actúan como seguro en caso de pérdida de cosechas y sequía. Contribuyen a la seguridad alimentaria, la nutrición, los medios de vida, el desarrollo económico nacional y el bienestar general de unos 330 millones de personas. Entre ellas, muchas son mujeres, cuyos ingresos son fundamentales para la nutrición y la educación de sus hijos, así como para su empoderamiento general. Por lo tanto, la erradicación de la PPR sería una contribución clave para proteger a los agricultores y sus medios de vida.

El virus PPR pertenece a la misma familia que el responsable de la peste bovina. Por lo tanto, numerosas lecciones aprendidas de la erradicación de la peste bovina pueden aplicarse a los esfuerzos de eliminación de la peste bovina. Dado que las vacunas contra la PPR están fácilmente disponibles y pueden inducir una inmunidad protectora de por vida, la vacunación es una de las herramientas clave identificadas dentro de la Estrategia mundial de control y erradicación de la enfermedad.

VACUNACIÓN, PIEDRA ANGULAR DEL CONTROL Y LA ERRADICACIÓN

Aunque los conocimientos adquiridos sobre la erradicación de la peste bovina y la viruela se han repetido en múltiples ocasiones y foros, las enfermedades infecciosas que actualmente están destinadas a la erradicación se enfrentan a una serie de desafíos, que incluyen situaciones políticas inestables, falta de financiación a nivel nacional y dudas sobre las vacunas. A medida que la actual pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba la capacidad de recuperación, ha sido un fuerte recordatorio de la eficacia de la vacunación en la salud pública mundial cuando se aplica con una lente de equidad, salvando millones de vidas cada año y reduciendo drásticamente las muertes. En el campo de la salud animal, la vacunación ha permitido un mayor rendimiento de producción, animales más sanos y un mejor retorno de la inversión para los propietarios de empresas. En el caso de la peste bovina, la batalla contra la enfermedad aceleró el desarrollo de una vacuna segura y económica.

Si bien comienza a parecerse a un recuerdo lejano, la peste bovina sigue siendo una amenaza potencial debido al riesgo de escape, o liberación deliberada, del virus de los institutos que guardan materiales peligrosos. La OIE y sus socios han hecho hincapié en la prevención de un posible resurgimiento y en la preparación para mitigar las consecuencias, en caso de que ocurra. Las reservas de vacuna contra la peste bovina para uso mundial proporcionan una red de seguridad y son un elemento central del Plan de acción mundial contra la peste bovina. Como resultado de la experiencia de erradicación de la peste bovina, la distribución de vacunas confiables para la PPR y su inclusión en los bancos de vacunas son acciones prioritarias.

La erradicación de la peste bovina es un testimonio del papel que desempeñan la vacunación y la colaboración multilateral en la protección de la sociedad contra los efectos de las enfermedades infecciosas. Surgirán nuevas amenazas para la salud, mientras que las antiguas podrían reaparecer.

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