La brucelosis bovina sigue generando preocupación entre los ganaderos de la provincia de Chiriquí, Panamá donde 58 fincas están en cuarentena.
El Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) informó que en los últimos meses han unido esfuerzos con los productores de la región para ejecutar un plan de acción y muestreo constante en las fincas.
Pablo Constantino, jefe del Departamento de Campaña Zoosanitaria, indicó que es vital mantener el control en esta región del país debido a la cercanía entre las fincas y la frontera con Costa Rica.
En Chiriquí unas 210 reses han sido sacrificadas, al ser positivas con brucelosis, pero a pesar de estas estadísticas el Mida asegura que 131 fincas han sido declaradas como libre de esta enfermedad pero el llamado a la prevención sigue presente a los ganaderos.
Por su parte, el médico de la entidad, Said Caballero detalló que con el apoyo del Organismo Internacional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) se ha logrado controlar en los últimos seis meses la enfermedad con la ejecución de un plan cuya inversión alcanza los 250 mil dólares, lo que ha permitido garantizar el consumo de productos lácteos y cárnicos a la población.
La brucelosis es una enfermedad infecciosa que se transmite por el contacto directo con animales, que son portadores de la bacteria brucella.
El contagio se da por el consumo sin pasteurizar de productos que provienen de estos animales (leche, queso, huevos). En menores casos, se contrae por el aire o el contacto con los animales.
Esta bacteria causa fiebres, debilidad y sudoración. Su contagio ha disminuido en los últimos años, gracias a la vacunación adecuada de animales de granja.