El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios ha elaborado una serie de recomendaciones necesarias para la correcta ejecución de los saneamientos ganaderos durante la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
En el momento de retomar la actividad de ejecución de los Programas de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, Brucelosis Bovina, Ovina y Caprina, y del Programa de Control y Erradicación de la Enfermedad de Aujeszky, desde el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios han elaborado una serie de recomendaciones necesarias para la correcta ejecución de estos saneamientos ganaderos durante la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
En primer lugar, se deberá contactar previamente con el titular de la explotación “para valorar riesgos y extremar los cuidados en casos en los que en la explotación haya habido casos posibles o confirmados. Durante la jornada de trabajo no podrá haber personas con cuadro clínico de infección respiratoria aguda”.
Posteriormente, planificar exhaustivamente la jornada de trabajo y recabar la información sobre la existencia de EPIS entre el personal de la explotación. También se deberá tener en cuenta medidas de bioseguridad complementarias como calzas, mono de un solo uso. guantes, mascarillas y gafas protectoras.
Respecto al manejo del ganado, los veterinarios recomiendan utilizar instalaciones que faciliten mantener las pautas de distanciamiento como mangas de manejo. En el contacto directo con el animal, “se debe ser estricto en la vigilancia de la integridad y correcto uso de los EPIS del auxiliar, así como de los que porta uno mismo”.
Por otra parte, aconsejan que se comience por las actuaciones clínicas ya que los EPIS estarán íntegros y luego continuar con las demás acciones, como el recensado de la explotación.
Otras recomendaciones de los expertos son que, aparte de los EPIS de un solo uso, “la ropa de trabajo se limpie aparte de otro tipo de vestimentas, al menos a 60ºC y se tienda al sol, por lo menos 48 horas, hasta que vuelva a ser utilizada”.
La ganadería se considera una actividad esencial en España por su condición productora primaria de alimentos, y la sanidad animal y seguridad alimentaria asociadas a tal actividad dependen en gran medida de las actuaciones sanitarias establecidas en los programas de vigilancia, control y erradicación de enfermedades animales y su normativa de aplicación.