Desde hace dos meses el cantón ecuatoriano de Biblián (provincia de Cañas), viene enfrentando una sobreproducción de leche que ya obligó a los ganaderos a regalar el producto, por lo que se plantean dos caminos como solución al problema.
Según Guillermo Espinoza, alcalde del cantón, la primera alternativa es abrir el mercado a más ciudades del país y la segunda darle un valor agregado a la leche.
La semana que pasó el problema se agravó porque las bodegas de almacenamiento de leche de las empresas de la ciudad de Cuenca, que se abastecen de una parte del producto que generan los ganaderos de Biblián, se saturaron. Para que no se desperdicie la leche se entregó gratuitamente cerca de 10.000 litros a los habitantes del cantón como protesta simbólica.
El alcalde Espinoza manifestó que la causa de la sobreproducción de leche que también afecta a los cantones de Cañar, El Tambo y Suscal se desconoce. Indicó que existe un rumor que va tomando fuerza entre los ganaderos que se está utilizando leche en polvo.
La autoridad dijo que como alternativa a corto plazo para solucionar el problema que afecta a pequeños y medianos productores, transportistas y comercializadores de leche se conformó una comisión que el lunes viajará a Quito para tener contacto con empresas de esa ciudad como: Lácteos Quito y El Ordeño, pues aseguró que el objetivo es que las empresas quiteñas compren la leche de Biblián.
Espinoza manifestó que la finalidad es contar con tres o cuatro empresas más de las que se tienen al momento para distribuir la leche, es decir tener clientes en otras ciudades. Expresó que al momento la leche que se produce en Biblián en su mayoría va a Cuenca y una pequeña parte a Guayaquil.
Manifestó que al abrir nuevos mercados en el país el siguiente paso será acudir a las diferentes instancias del Gobierno Nacional para impulsar un proyecto en base al cambio de la matriz productiva. Manifestó que lo que se busca es dejar de ser proveedores solo de materia prima para darle a la leche un valor agregado para producir yogurt, manjar de leche, leche en funda, entre otros productos derivados que se comercialicen en diferentes provincias.
Pérdidas
Segundo López, proveedor de leche de la parroquia Honorato Vásquez de Cañar, expresó que desde hace dos meses trabajan a pérdida porque obtienen pocas ganancias o nada de la leche que se entrega a los centros de acopio. Indicó que antes al mes ganaba unos 300 dólares y ahora apenas unos 120 dólares.
A lo que Luz Jeresloma, otra proveedora de la parroquia Sageo del cantón Biblián, manifestó que existen días que por la saturación de leche que hace que las grandes empresas no reciban el producto, los centros de acopio del cantón cierran sus puertas. Ante esto se acude a las empresas de quesos que pagan de 15 a 20 centavos por el litro de leche de los 40 centavos que normalmente se paga.
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