“Comida chatarra”, desarrollando una receta de más calidad que busca reivindicar a las carnes rojas. Chile
En octubre del año pasado nos sorprendió un comunicado de la OMS, que señalaba que los embutidos son un producto cancerígeno y que las carnes rojas también podrían serlo, lo que causó cierta alarma mundial y en los parrilleros locales. Pero para tranquilidad de estos últimos, hay estudios concluyentes que la carne bovina que se produce en Chile en base de alimentación a praderas, no solo no es cancerígena, sino que tiene propiedades saludables. Es más un grupo de pequeños ganaderos va a debutar próximamente, con un producto que pretende echar abajo el mito que la hamburguesa es obligadamente “comida chatarra”, desarrollando una receta de más calidad.
Basándose en la misma argumentación que entregó Asociación de Productores de Ganado Bovino de Carne de Ñuble (Aprocarne Ñuble) en su momento, diez pequeños campesinos asociados en la empresa “La Pradera”, que cumplen a cabalidad con las mismas exigencias que pone la Unión Europea, para la importación de productos, quieren revolucionar el mercado local con productos novedosos, como cortes al vacío de ganado tierno criado a pradera, que ya venden en marcha blanca en su local, por estos días esperan debutar con su producto estrella que son las “hamburguesas sanas”.
Pese a que los diez socios son gente acampada, están sorprendiendo al mercado con sus conceptos modernos, ya que están habilitando los últimos detalles de su plataforma de internet, que permitirá que las compras sobre $15 mil inicialmente, se puedan hacer por la web (www.carneslapradera.cl) y sean enviadas a domicilio en el sector urbano de Chillán (capital de la provincia de Ñuble al sur de Chile), sin costo. Así como esta novedad hay otras que los pequeños ganaderos irán dando a conocer en los próximos meses.
Hamburguesa sana
La gerenta de Carnes La Pradera, la veterinaria Oriana Burgos, señala que lo de hamburguesas sanas, no es solo un argumento de ventas: “Las hamburguesas de La Pradera, son diferentes y solo contienen carne bovina, no incluyen mezclas. Tampoco tiene la consistencia de las que se compran congeladas en el mercado. Son un producto bajo en grasa, sin sal, ni aditivos que no sean naturales. La idea es que se pueda usar por ejemplo en una colación escolar, con un buen aporte de proteína y si se le agrega lechuga, sea un alimento completo”.
Pese a que se guarda algunos secretos para mantener algo de misterio, nos adelanta que habrá tres formatos del producto, redonda clásica, cuadrada para sandwich y redonda pequeña para cóctel. En cuanto a los sabores, se plantean cinco variedades con hierbas que buscan un toque de campo y de Ñuble. Oriana Burgos anuncia una con varios tipos de cebolla, que ha causado furor en las degustaciones.
En lo que toca a precios, informó que la idea es competir con el mercado, pero sin descuidar en ningún momento la calidad. En lo más doméstico, la gerenta que ha estado liderando el proyecto desde sus inicios, afirma que para el grupo de productores la experiencia de poner en marcha este proyecto ha sido entretenidísima y que las ideas para ir perfeccionando cada aspecto van brotando con mucha participación: “El grupo que está trabajando es genial”.
Se trata de gente que se conoce en el ámbito formal e informal desde hace tiempo y que ha compartido por más de una década instancias de capacitación como integrantes del Comité Ganadero de El Carmen.
Producto diferente
Oscar Urrea, uno de los socios de La Pradera, señala que existen estudios médicos que comprueban que la carne bovina que se produce con pastura natural, que es una de las características de los ganaderos que participan, le da al producto atributos saludables especiales e incluso anticancerígenos.
“Nosotros producimos con estándares parecidos. Nuestro ganado es de carne, con base 90% Angus, 5% Simmental y 5% Hereford. La gran diferencia es que faenamos animales más jóvenes, con menos engrase, lo que también influye e la calidad alimenticia”, afirma.
Otro aspecto que diferencia a estos pequeños productores del mercado en general, es que todos están certificados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en la norma “Pabco A”, que significa que cumple con todas las exigencias que pone el Mercado Común Europeo a las importaciones de carne, que cabe señalar son las más altas del mercado:
“Pese a que nosotros no estamos en el tema de vender nuestro producto para la exportación, llevamos años cumpliendo con las normas. Incluso le puedo informar que yo fue el primer Pabco A de la pequeña ganadería a nivel nacional. Volviendo a lo que interesa, en esto nosotros cumplimos con todo el tema de trazabilidad, que implica que todos los tratamientos sanitarios y la historia de vida de cada animal que producimos está documentada y se le puede hacer un seguimiento”, comenta Urrea.
Otro de los socios es Néstor Sandoval, que nos comenta que La Pradera es una empresa que se diferencia de muchas, porque se trataba de productores que se conocían por lago tiempo en el tema productivo y social que decidieron formar una empresa para unir fuerzas, lo que le da un carácter diferente a otras agrupaciones, porque ya hay un fiato en el grupo, lo que crea estabilidad.