Paraguay se ha convertido en la última década en el sexto exportador de ganado bovino del mundo, superando a los países de referencia en la región como Argentina y Uruguay, aunque no al gigante Brasil, primero en la clasificación, que solo en octubre exportó carne por valor de unos 449 millones de dólares. Además de con Brasil, Paraguay compite por los mercados internacionales con potencias ganaderas como Australia, India, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
El presidente de la Cámara Paraguaya de la Carne, Korni Pauls, celebró en el brindis de fin de año el “exitoso” curso 2016 para los frigoríficos. Pese a haber sufrido un brote de fiebre aftosa en 2008 —que dejó en la incertidumbre a los productores y en vilo muchas relaciones comerciales internacionales—, el sector está creciendo otra vez. Paraguay tiene 14,2 millones de cabezas de ganado, algo más del doble que de los habitantes del país, y la inversión de los grandes productores en los últimos 30 años en mejorar la genética de razas muy adaptables lo ha convertido en atractivo para otros países que deben reponer o mejorar su cabaña bovina.
Así fue como Paraguay puso vacas a volar. Subió a ocho aviones casi 2.000 cabezas de ganado con destino a Ecuador, país que se está iniciando en el mercado exportador tras la declaración del país como libre de aftosa en 2015. Nunca antes se había realizado un transporte aéreo de semejante volumen: 50 toros y 1.906 vacas. Unas 680 toneladas de los animales más finos de las cuatro razas más prestigiosas de Paraguay: braford, brangus, brahman y nelore. ¿El objetivo? Ayudar a renovar la genética bovina del país.
Ganado Adaptado
Los productores cobraron 800 dólares por cada vaca exportada y hasta 15.000 dólares por cada ejemplar de toro reproductor. Una operación de seis millones de dólares en total, según el representante para la Exportación del Ministerio de Agricultura y Ganadería paraguayo, Omar Sosa. Como contrapartida, Ecuador encontró en Paraguay el ganado que mejor se adapta a su clima y suelo: “Al calor, la humedad, la abundancia de insectos, las sequías e inundaciones”, afirmó Sosa. La atención que despertó la operación comercial hizo que el nombre de Paraguay recorriese el mundo, con menciones en numerosos medios de información internacionales. En cálculos de Sosa, se trató de una publicidad gratuita que podría haber costado unos 30 millones de dólares: “Posiciona a Paraguay en el mundo, la relevancia que tuvo no tiene parangón. Es un valor indirecto”.
“Fue muy importante porque pudimos demostrar que no solo exportamos carne,sino que estamos empezando a exportar genética, que es valor agregado”, reflexiona el presidente de la Comisión de la Carne de la Asociación Rural de Paraguay (ARP), Carlos Pedretti.
Pedretti cifró que en los últimos 12 años Paraguay ha pasado de exportar 186.000 toneladas de carne, que le rentaban unos 124 millones de dólares, a unas 397.000 toneladas, por valor de 1.275 millones. El país ya exporta a la Unión Europea, Egipto, Colombia, Rusia, Taiwán y Brasil y busca nuevos mercados como Cuba o Dubái. “La genética paraguaya se impuso. Se envía semen y embriones y Paraguay se va conociendo en el mundo como un proveedor”, añade Pedretti.
“Hemos pasado de celebrar una feria a la semana para vender animales de reproducción a cuatro. Hay mucha mayor venta de genética”, aseguró el directivo de la ARP. En la feria de Mariano Roque Alonso, la más importante de Paraguay, que se celebra cada año en julio, los animales de pura raza se venden hasta por 70 millones de guaraníes (unos 11.000 euros).