Investigadores del Departamento de Biología Celular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) avanzan en el estudio de una proteína de la leche como coadyuvante en tratamientos contra infecciones, que afectan tanto a seres humanos como animales de interés comercial, como borregos y cerdos.
Mireya de la Garza Amaya, investigadora que encabeza el estudio, indicó que desde hace más de 10 años el Departamento de Biología estudia la lactoferrina, una proteína multipotencial producida en calostro y leche por la mayoría de los mamíferos para la defensa del organismo durante los primeros meses de vida, a la que recientemente le han encontrado ciertos beneficios para combatir infecciones bacterianas y por amibas.
Explicó que no todos los mamíferos presentan la misma concentración de lactoferrina en la leche, ya que en la humana existe en mayor cantidad que en la bovina; sin embargo, para cuestiones de investigación y comerciales se emplea la segunda de ellas, debido a que es posible obtenerla a partir del suero de leche que permanece después de la cuajada y que es un desecho de la industria láctea.
En un comunicado, señaló que la lactoferrina se encuentra presente en todas las mucosas del cuerpo, además de que los gránulos secundarios de los neutrófilos (células de la sangre encargadas de la defensa del organismo), secretan esta proteína en los sitios de infección.
La lactoferrina pertenece a la familia de las transferrinas, moléculas que capturan dos átomos de hierro férrico, y de esta manera el hierro no estaría disponible para los microorganismos patógenos que ingresan a nuestro organismo.
La investigadora del Cinvestav recordó que prácticamente todos los organismos en la escala evolutiva requieren de hierro, que por ser también tóxico, se encuentra formando parte o unido principalmente a proteínas, por lo que este elemento está en muchas moléculas, incluidas aquellas pertenecientes a bacterias.
PI