La ganadería bovina es una de las actividades económicas más importantes del sector agropecuario, puesto que representa uno de los componentes de mayor desarrollo que contribuye significativamente a la oferta de carne, leche y sus derivados
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), de México, en los diferentes sistemas de producción bovina, una cuestión clave lo constituye la recría de becerras, siendo la base del éxito para los fines productivos, pues éstas sustituyen aquellas vacas adultas que han disminuido su rendimiento de leche o se han eliminado por enfermedad o por envejecimiento. En este sentido, la población joven es altamente susceptible de sufrir enfermedades, siendo las diarreas y los problemas respiratorios los padecimientos que con mayor frecuencia se presentan
En relación a las enfermedades respiratorias (ER), éstas resultan de los estados generalizados de inmunosupresión de los animales, favorecidas por el estrés que sufren durante el manejo o por factores medioambientales adversos que coadyuvan al establecimiento de los procesos infecciosos de origen viral y bacteriano.
Estas enfermedades son causa de alrededor del 75% de los casos clínicos y del 50% de la mortalidad que puede llegar a registrarse en las unidades de producción, ocasionando pérdidas económicas sustanciales; sin embargo, las pérdidas no solo se relacionan con la mortalidad que generan, sino también por los costos de los tratamientos y a la baja eficiencia en la conversión alimenticia que se registra en los animales afectados crónicamente; no obstante, el impacto económico mayor, recae en el decremento de la capacidad productiva de los bovinos.
Dentro de estos procesos infecciosos las bacterias del orden Mycoplasmatales tienen una participación relevante, siendo Mycoplasma bovis la especie principalmente involucrada; mayormente, y debido a su potencial invasivo y patogénico puede producir infecciones sistémicas y localizadas, que pueden incluir neumonía, otitis, artritis, meningitis y queratoconjuntivitis, en la población joven; mientras que, en vacas adultas además son causa de problemas de mastitis, infertilidad y abortos.
Metodologías diagnósticas
Mycoplasma dispar y Mycoplasma bovirhinis, son otras especies implicadas en las enfermedades respiratorias de los bovinos, de acuerdo a estudios realizados a nivel nacional. Considerando que las enfermedades producidas por los micoplasmas no tienen características clínicas únicas, excepto por su frecuente asociación con la otitis media y la artritis, y por el hecho de los animales afectados responden mal a los antibióticos contra patógenos bacterianos comunes, como los beta lactamicos, tetraciclina, neomicina y bacitracina, el diagnóstico asertivo y oportuno es indispensable a fin de establecer las medidas adecuadas de control, así como para evitar los efectos negativos en los parámetros productivos y reproductivos de las unidades de producción bovina de leche o de engorda que se muestren afectadas.
Al respecto, investigadores del CENID SAI – INIFAP han desarrollado metodologías diagnósticas para la identificación de las diferentes especies de Mycoplasma, causantes de enfermedad en los bovinos, así como, el diagnóstico molecular por PCR de M. bovis, M. dispar y M. bovirhinis. Debido al gran número de estudios que demuestran la ineficacia de los antibióticos para controlar las diversas infecciones producidas por estos microorganismos, los esfuerzos de investigación que realizan están orientados al desarrollo de vacunas para su control, puesto que hasta ahora, no existen vacunas eficaces para la prevención de las enfermedades producidas por estos microorganismos.
Desde la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural indicaron que a través del INIFAP, también se trabaja en el desarrollo de vacunas para prevenir los riesgos sanitarios generados por los Micoplasmas, para coadyuvar en el abasto suficiente de proteína animal inocua, sana y de alta calidad.
Señalaron que por este motivo es fundamental incrementar la vigilancia en los sistemas de producción bovina, pues esto contribuye a la disminución tanto de la incidencia de enfermedades infecciosas, como de su prevalencia.