Macho Entero Joven: Algunas Consideraciones sobre la Nueva Categoría de Carne de Calidad en Argentina

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Hasta ahora, la carne de bovinos machos enteros (sin castrar) que se conocía en la Argentina era la de toros de edad avanzada. Por este motivo, el consumidor argentino asocia esa categoría con un producto poco atractivo.

Sin embargo, los machos sin castrar pueden llegar al momento de la faena a una edad muy temprana y producir carnes de calidad semejante a la de los novillos. Su naturaleza biológica permite mejorar la eficiencia de conversión, lo que aumenta la ganancia diaria de peso, posibilitando terminarlos precozmente con más kilos por cabeza.

En Europa existe una larga tradición productiva de esta categoría, cuyos cortes son muy apreciados y valorados por la gente, y en la Argentina comienza ahora una nueva etapa.

Recientemente, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación creó la categoría Macho Entero Joven (MEJ) para la faena de todas las razas bovinas, cuya clasificación y tipificación estará a cargo de la Oncca.

Dado que no existían experiencias de engorde de este tipo en el país y que muchos ganaderos tenían el preconcepto de que el manejo del macho entero era más complejo, hace un año, la firma Quickfood-Marfrig comenzó a trabajar junto al Departamento de Investigación y Desarrollo del feedlot santafesino Conecar en la comparación de parámetros productivos y el aprovechamiento industrial de animales enteros y castrados de distintas razas.

El equipo de investigadores de ambas firmas confirmó las ventajas de los MEJs. Con una dieta similar e igual manejo, la eficiencia de conversión en el Holando Argentino mejoró el 42% y en el caso del Braford, 35%. De este modo, el Holando redujo la edad de faena a 22 meses y el Braford a 13 meses, cuando el promedio nacional ronda los tres años. Una verdadera oportunidad para acelerar el abastecimiento de carne para consumo y exportación.

En tanto, las reses lograron muy buenos rendimientos y cumplieron con los estándares de peso, conformación y terminación requeridos por la industria. A su vez, estudios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) validaron que las carnes cumplen con los parámetros sensoriales apreciados por los consumidores.

Es una buena noticia. Ahora, los productores ganaderos podrán recriar los animales y así optimizar la eficiencia de sus rodeos.

 

Fuente: Clarin

 

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