Los Niños y la Leche que no es Leche

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¿Por qué nos molesta tanto que se llame leche a las bebidas vegetales? ¿Somos tan celosos de nuestras vacas que no queremos prestarle el nombre de su más noble producto a otras cosas? Y tal vez un poco sí, pero para ser objetivos, resemantizar es un juego tan de moda como peligroso, que puede llevarnos a lugares dónde no quisiéramos estar: no con nuestros hijos.

Las bebidas vegetales, compuestas de agua y semillas oleaginosas o cereales, tienen un montón de propiedades pero ninguna de ellas es láctea. La leche propiamente dicha es segregada por las mamas de las hembras de los mamíferos. Ni sus orígenes ni sus componentes podrían hacernos sospechar siquiera que puedan tener algo en común.

Sin embargo, existen profesionales de la salud y la nutrición que les dicen a sus pacientes que la leche de vaca es mala y les aconsejan bebidas vegetales como reemplazo. Esto es falso, es puramente ideológico y está científicamente comprobado, y cuando este consejo apunta a la alimentación de los niños además es criminal: deficiencias en el desarrollo cerebral, desnutrición, complicaciones infecciosas, dificultades respiratorias e incluso la muerte fueron las consecuencias observadas en un estudio que hizo Patrick Tounian, Pediatra y Nutricionista del Comité de Nutrición de la Sociedad Francesa de Pediatría.

Hasta el año de vida los niños que no pueden tomar el pecho deben consumir leches de fórmula, y después tampoco se trata de reemplazar la leche de vaca, porque hasta los 18 años e incluso en la adultez y la vejez los humanos necesitan de 1000 a 1300 mg de calcio por día, equivalente a 3 o 4 porciones de lácteos, porque incluso si el calcio tiene otra procedencia que no sean los lácteos puede que no sea suficiente para proporcionar la ingesta adecuada.

Las Asociaciones de Pediatría alrededor del mundo sostienen que la leche es un alimento básico que contiene proteínas de alto valor biológico (esto significa que el organismo las absorbe mejor que las provistas por otras fuentes) que es fundamental para un crecimiento y desarrollo óptimos. Es principal proveedor de calcio, lo que es capital en la formación ósea, garantizando un esqueleto fuerte y una dentadura sana y cuyo mejor testigo será en la vejez de ese niño, la ausencia de osteoporosis.

La leche facilita la incorporación en cantidades suficientes de ciertas vitaminas y minerales y es vehículo de ácidos grasos esenciales que intervienen en el mantenimiento de las membranas celulares de los tejidos (piel, retina, cerebro, vasos sanguíneos, etc) y su presencia en la alimentación de niños y adolescentes también guarda relación con su estatura.

El valor nutricional de la leche no puede ser sustituído por el de ninguna bebida vegetal, y tenemos que estar atentos porque existen muchos falsos mitos que pueden apartarnos de la base fundamental de que Consumir Lácteos Hace Bien.

¿Ya tomaste tu vaso de leche hoy?

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