Un nuevo proyecto de investigación de la UE tiene el objetivo de contribuir a la provisión de nuevas proteínas para piensos y alimentos en Europa.
El crecimiento demográfico mundial esperado de 9.100 millones de personas en 2050 y el cambio significativo de los patrones dietéticos mundiales requieren aumentar la producción mundial de alimentos en aproximadamente un 60%.
El suministro de proteínas para piensos y alimentos es más crítico y requiere una transición en las fuentes de proteínas. Los insectos comestibles pueden actualizar las corrientes secundarias de baja producción de alimentos a proteínas, aminoácidos y vitaminas de alta calidad de una manera muy eficiente. Por lo tanto, se considera que los insectos son el «eslabón perdido» en el sistema alimentario de una economía circular y sostenible.
Los insectos y los productos derivados de los insectos han entrado en el mercado europeo desde que se reconoció por primera vez como una fuente valiosa de proteínas para la producción de alimentos y piensos alrededor de 2010. Sin embargo, “la ampliación de la cadena de valor de los insectos en Europa está progresando a un ritmo relativamente lento”, apuntan desde la UE.
En este sentido, un nuevo proyecto financiado con una subvención del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, SUSINCHAIN, tiene el objetivo de contribuir a la provisión de nuevas proteínas para piensos y alimentos en Europa.
Las partes interesadas de la cadena de valor de los insectos dentro y fuera del consorcio SUSINCHAIN, han identificado las estrategias necesarias y actividades relacionadas para superar los obstáculos actuales para ampliar la cadena de valor. Por lo tanto, el proyecto tiene como objetivo probar y demostrar tecnologías, productos y procesos recientemente desarrollados, para realizar un cambio al nivel de preparación tecnológica para cadenas de insectos basadas en Black Soldier Fly, (BSF), Housefly, (HF), Mealworm (MW) y Crickets (HC) para la alimentación y producción de alimentos.
20% DE PROTEÍNA DE INSECTO EN 2025
Estas acciones proporcionarán el conocimiento y los datos necesarios para que los actores de la cadena de valor de los insectos disminuyan el precio de los productos de insectos, procesen los insectos de manera más eficiente y comercialicen las aplicaciones de proteínas de insectos en la alimentación animal y las dietas humanas de manera segura y sostenible.
“Esto allanará el camino para una mayor ampliación y comercialización del sector europeo de los insectos, lo que dará como resultado un reemplazo de la proteína animal por proteína de insecto del 10% en la alimentación animal y del 20% en las dietas humanas, y un aumento de mil veces en los volúmenes de producción y puestos de trabajo en 2025”, aseguran.