Asegurar unos derechos de tenencia de la tierra adecuados es un paso importante para mejorar la seguridad alimentaria de millones de personas en los países en desarrollo, pero preservar esta tenencia no es tarea sencilla si consideramos la forma en que utilizan la tierra las comunidades de pastores.
Más de 500 millones de personas en el planeta dependen de la cría de ganado, conduciendo a menudo sus animales a través de diferentes tipos de paisajes para llegar a las fuentes de agua y a los pastizales y huir de la sequía, las enfermedades animales y los conflictos civiles. Para responder a las necesidades intrínsecamente más complejas de los pastores, muchos de los cuales dependen de abarcar vastos territorios de manera oportunista, la FAO, con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y de su Comisión de Derecho Ambiental y la Comisión de Política Ambiental, Económica y Social, han elaborado una guía técnica pero accesible sobre cómo establecer acuerdos de tenencia viables para pueblos a menudo marginados que utilizan alrededor de un tercio de la superficie terrestre.
Mejorar la gobernanza de las tierras de pastoreo forma parte de una serie de publicaciones que informan sobre la implementación de las Directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional, una iniciativa de gran envergadura cuya aprobación a nivel mundial en 2012 fue una iniciativa gestionada por la FAO.
Los pastores de todo el mundo llevan a cabo una amplia variedad de prácticas y abarcan muy diversas culturas en entornos tan diferentes como Mongolia, Níger, España, Kenya, Noruega y los Estados Unidos de América. Los pastores habitan áreas de pastizales, muchas de las cuales son áridas o semiáridas, y emplean una estrategia de medios de vida muy adaptable que resulta poco comprendida desde fuera. Su adaptabilidad se basa en derechos de acceso que a menudo chocan con la interpretación clásica de los derechos de propiedad.
«El pastoreo es un sistema de producción ganadera que aprovecha tanto la diversidad como la estacionalidad de los recursos naturales en los pastizales. Se basa en movimientos de ganado a gran escala y cuidadosamente planificados, lo que exige un alto nivel de coordinación entre múltiples usuarios. Esto ha llevado a desarrollar costumbres e instituciones que permiten a las comunidades locales tomar y aplicar decisiones eficaces», explicó Jonathan Davies, coordinador del Programa de Zonas Áridas de la UICN y autor principal de la guía técnica.
El progreso en las ciencias ecológicas y el aumento de las voces de los pastores en los foros mundiales ha atraído una creciente atención sobre unos modos de vida que ahora se consideran flexibles y resilientes, en lugar de obsoletos.
«El pastoreo es una de las estrategias eficientes y sostenibles para la gestión de los pastizales y los pastores desempeñan un papel clave en asegurar la multifuncionalidad de estos espacios», señaló Caterina Batello, experta de la FAO en el manejo de ecosistemas que supervisó la producción de la guía.
El apoyo a las comunidades pastoriles contribuye de manera clave no sólo al Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, que aboga por acabar con el hambre y promover la agricultura sostenible, sino también el ODS 15, que exige la preservación de formas de vida diversas y el fin de la pérdida de biodiversidad.
Leyes que se Solapan
La guía técnica tiene como objetivo ofrecer orientación sobre un tema clave para el pastoreo sostenible: garantizar la gobernanza y la tenencia de los medios de subsistencia sin socavar las leyes consuetudinarias.
Los derechos pastoriles -que van desde el acceso a los pastos, los puntos de agua, las vías de paso entre áreas de pastoreo estacional, campamentos y mercados y se consideran a menudo “imprecisos»-solapados y sujetos a cambios-, están a menudo incorporados en arreglos informales basados en sistemas consuetudinarios. El desafío es compaginar estos sistemas con regímenes formales y estatutarios sin perder la flexibilidad intrínseca que requiere el pastoreo. La guía técnica describe cómo puede lograrse esto, mediante estudios de casos en los que se describe el reconocimiento legal de los derechos consuetudinarios como si tuvieran el mismo valor que los derechos estatutarios.
Resiliencia a Través del Pastoreo Sostenible
Se calcula que los sistemas pastoriles adaptados y resilientes -que incluyen funciones de gran importancia como la fertilización del suelo, mayor dispersión de semillas, mejora de la infiltración de aguas subterráneas, mantenimiento del paisaje y compatibilidad con la fauna silvestre local- son de dos a diez veces más productivos por unidad de superficie y resilientes a largo plazo que algunos otros usos alternativos de la tierra -como la agricultura y la minería- que se proponen para reemplazarlos.
El pastoreo insuficiente puede ser una amenaza tan grande como el sobrepastoreo en términos de degradación ambiental. Cuando los conflictos hicieron que se abandonasen tierras de pastoreo en África oriental, la falta de estiércol y de pastoreo rotativo condujo a una menor diversidad de plantas y los arbustos espinosos se hicieron rápidamente dueños del terreno.
El sobrepastoreo es a menudo síntoma de una gobernanza deficiente. Por ejemplo, los propietarios de rebaños absentistas en África del Norte insisten con frecuencia en que los animales permanezcan cerca de los mercados, donde pueden ser comercializados de forma rápida, lo que lleva a subutilizar los pastizales más distantes y a la degradación generalizada de los más cercanos a los puntos de venta.
Las nuevas fronteras también pueden plantear problemas complejos. Por ejemplo, los pastores borana en Kenya y Etiopía solían ofrecer a sus parientes lejanos en cualquiera de los dos países el ganado excedentario, con el acuerdo de que, en tiempos de necesidad, podían contar con un crédito para recomponer sus rebaños. Las líneas fronterizas han complicado esa estrategia de gestión de riesgos.
Conocimiento Local
No se puede llegar a soluciones sostenibles para el pastoreo sin permitir la transmisión del conocimiento local de actores tan diferentes como los rancheros de Arizona, los pastores españoles y los nómadas Maasai.
Mejorar la percepción de los pastores sobre la seguridad de su tenencia de la tierra ayudará a aliviar las dificultades de gobernanza, y puede alentarse haciéndoles participar de forma activa en la toma de decisiones. Hacerlo también ayuda a generar confianza, entre los pastores y el Estado, que a menudo arrastran una larga historia de desprecio mutuo.
En este sentido se han logrado avances sustanciales, impulsados por iniciativas como el Centro de Conocimiento Pastoril de la FAO, un canal de intercambio de información que facilita la participación y la representación de los pastores en los diversos foros mundiales.