En la ganadería ecológica es más frecuente que haya deficiencias minerales. Ocurre en Galicia (España), pero no exclusivamente. En realidad, es algo que pasa en todo el norte de España. ¿Por qué? Porque las reses comen muy poco pienso concentrado, que es en el que se le suministran los suplementos minerales. La carencia era fundamentalmente de yodo y de selenio y esa carencia se trasladaba a la leche, que en toda Europa tiene más o menos la mitad de minerales que la leche convencional.
Y si los animales ingieren esos minerales, los excretan de forma proporcional. Esa investigación es el punto de partida de Lacteal, un proyecto empresarial de un grupo de profesores de la Faculta de de Veterinaria de la USC que, tras descubrir esa carencia en las vacas de agricultura ecológica, se pusieron manos a la obra. Y encontraron la solución perfecta.
¿Cuál era? Las algas. Más. Una combinación de algas que utiliza especies que son invasoras en Galicia. Así que la solución era doble. Diseñaron un suplemento a base de lechuga de mar -esa alga verde que flota en las playas-, saccorhiza, kombu y sargazo. Buscaban algas que tuviesen un precio accesible para la alimentación animal, en la que cada céntimo cuenta, y que además fuese una ventaja medioambiental. El sargazo es una especie invasora y la lechuga de mar se acumula en las costas y a veces da problemas.
Los resultados de la investigación del grupo de profesores de Veterinaria no podían haber sido mejores. El suplemento mineral que diseñaron corregía los bajos niveles de los microminerales y además hacía más sostenible la producción ganadera.
La leche mantiene el sabor
Además, el uso del suplemento alimenticio no cambia el sabor de la leche, lo que es importante. La alimentación de las vacas puede influir, y de hecho, en primavera y verano, si los animales consumen mucho maíz, la leche tiene un sabor característico que puede molestar a algunas personas.
El beneficio no se queda ahí. La calidad de la leche aumenta, porque el suplemento disminuye el recuento de células somáticas. Cuando hay una infección en la ubre, aumenta el número de células inflamatorias. Y uno de los parámetros de calidad de la leche es el recuento de esas células. Así que el suplemento a base de algas no solo mejora la leche, sino que también es beneficioso para el animal, porque tiene propiedades inmunológicas.
Las algas tienen compuestos con capacidad de regular el sistema inmune
Las algas son organismos muy acostumbrados a vivir en zonas con gran estrés medioambiental. Pasan horas al sol cuando la marea está baja y también muchas horas anegadas. Eso ha hecho que hayan desarrollado una gran cantidad de mecanismos defensivos que pueden tener beneficios. Por ejemplo, las algas cuentan con compuestos orgánicos que tienen capacidad inmunomoduladora y antioxidante. Algunas algas incluso son fuente de estatinas, que regulan los niveles de colesterol. La leche podría enriquecerse con estos compuestos. Además, las personas que no quieran incorporar a su dieta las algas, podrían beneficiarse también de las propiedades a través de la leche de vacas alimentadas con este suplemento, que tanto se puede incorporar al pienso como dar a mayores del alimento que consumen habitualmente.
El precio del litro de leche crecería menos del 10 %
A falta de un estudio concreto -porque el momento de pasar a una escala superior de producción en el proyecto se topó con la crisis-, los cálculos de los promotores del proyecto dicen que el incremento de los precios del litro sería inferior al 10 % del valor de la leche. Además, comienza a haber mercado, porque ya se están comercializando leches enriquecidas con Omega y el consumidor tiene en cuenta la producción sostenible y de proximidad.