Noticias Internacionales

Investigadores de Colombia Documentaron La Variante de un Virus que Amenaza a los Bovinos

Publicado

en

(1.374 lecturas vistas)

COMPARTIR

Una investigación realizada en la Maestría en Salud Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UN) documentó por primera vez en el país el genotipo 2 del virus de la diarrea viral bovina (DVB), el cual causa enfermedades letales en el ganado, y por lo tanto representa un grave riesgo para la producción de cárnicos y lácteos.

La DVB pertenece a la familia de los Pestivirus,que causa enfermedades virales en vacas, búfalos y otros bovinos. Los científicos han clasificado tres genotipos del virus.

Normalmente los animales contagiados presentan síntomas como sangrado por la nariz, manchas en la piel y congestión en las diferentes mucosas. “En la mayoría de los casos la manifestación de un síndrome hemorrágico en los animales se debe al genotipo 2, que produce diarrea con sangre”, explica Viviana Villamil, magíster en Salud Animal de la UN, quien documentó por primera vez en Colombia la presencia del genotipo 2 de la DVB.

Agrega que otras manifestaciones clínicas de la presencia del virus “pueden ser cuadros reproductivos –como aborto y malformaciones congénitas–, entéricos – relacionados con el aparato digestivo– y respiratorios”.

Un virus que enferma la economía ganadera

La DVB es causada por un virus de tipo ARN que pertenece al género Pestivirus ya la familia Flaviviridae; investigadores estadounidenses lo identificaron por primera vez en 1946, y en Colombia los primeros reportes de la enfermedad datan de 1975, cuando se detectó en un lote de novillas importadas de Holanda.

Hasta antes de los hallazgos de la profesora Villamil solo se sabía de la presencia del genotipo 1 del virus. Ahora queda documentada la presencia del genotipo 2 en tres de los cuatro departamentos en los que se recolectaron las muestras de su investigación.

Aunque no se tienen datos de la existencia en otras zonas, la magíster recomienda monitorear la presencia de los genotipos 2 y 3 del virus de la DVB, pues su expansión podría afectar la población bovina del país, que en 2017 era de 23,5 millones de cabezas, según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

La presencia del virus puede incidir negativamente en la industria ganadera, que genera 810.000 empleos directos. Por eso las fincas se deben informar sobre reportes del virus en la región, para determinar el protocolo de vacunación a implementar, sobre todo en los departamentos con mayor hato bovino en Colombia: Antioquia, Córdoba, Casanare, Meta, Caquetá, Santander, Cesar, Magdalena y Cundinamarca.

El estudio de la magíster Villamil analizó población bovina en Antioquia, Valle del Cauca, Santander y Cundinamarca, y solo en este último no se evidenció la presencia del genotipo 2. En la finca de Santander estudiada se encontró el mayor porcentaje de hembras positivas de este genotipo (4,95 %), en contraste con la finca del Valle del Cauca, que presentó la mayor tasa de terneros infectados (7,73 %).

El virus al microscopio

Según su información genética el DVB se clasifica en tres genotipos, y según sus características estructurales en dos biotipos: citopático (CP), que produce daño a nivel celular, y no citopático (NCP).

Si durante el primer tercio de gestación, que va del día 35 al 125, una hembra es infectada con el DVB biotipo NCP, el ternero nacerá “persistentemente infectado”, lo que quiere decir que toda su vida permanecerá infectado.

Esta es la principal fuente de diseminación del virus, entre los dos tipos de transmisión posibles: horizontal, que se realiza solo por contacto directo con animales infectados, y vertical, que ocurre de la hembra preñada al feto.

Los animales infectados presentan retraso en el crecimiento y nacen seronegativos, lo que no permite identificar el virus con métodos tradicionales. Para detectarlo se requiere un diagnóstico molecular como la RT-PCR que se empleó en el estudio.

Por otro lado, si la hembra se infecta con el virus después del día 125 de gestación, puede ocasionar un aborto y malformaciones congénitas en el feto, explica la investigadora.

Así se hizo la investigación

Dirigida por el doctor Jairo Jaime Correa, la tesis de Viviana Villamil forma parte de la línea de virología animal, en el grupo de investigación en Microbiología y Epidemiología Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia.

El estudio se desarrolló en Antioquia, Valle del Cauca, Santander y Cundinamarca, donde se seleccionaron 15 fincas cuyos propietarios accedieron a participar, sin que se hubieran reportado bovinos con el virus.

Para identificar la presencia del genotipo 2 se realizó un muestreo con terneros y hembras preñadas, entre los días 240 y 255 de gestación. Se tomaron muestras a las hembras antes y después del parto.

A 274 terneros se les tomó una muestra de sangre precalostral (antes de la primera toma de leche), y a 145 se les tomó la muestra 25 días después del nacimiento. Además de estas pruebas se tomaron 182 biopsias del cartílago de la oreja de cada ternero, tomadas de esta parte mediante muescas, pues allí es más efectiva la detección del genotipo 2.

En los años noventa un grupo de investigación de la UN orientado por los profesores Víctor Vera y Gloria Ramírez determinó por primera vez la presencia de anticuerpos contra el genotipo 1 del virus en la sangre de algunos bovinos. La investigación de la magíster Villamil es una continuación de esos trabajos. De hecho, según ella el genotipo 3 del virus se ha documentado en literatura, pero no hay un estudio que determine su posible presencia en Colombia. “Este podría ser otro desafío para los futuros investigadores en salud animal”, concluye.

 

Leer más
Click para comentar

Deja un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias Internacionales

La OMSA y la FAO instan a sus miembros a erradicar la Peste de los Pequeños Rumiantes

Publicado

en

COMPARTIR

La peste de los pequeños rumiantes (PPR), es una enfermedad devastadora que causa importantes pérdidas económicas y animales. Con tasas de morbilidad y mortalidad que pueden alcanzar el 100 % en poblaciones no expuestas previamente, esta enfermedad vírica altamente contagiosa representa una grave amenaza para ovejas, cabras y ciertas especies de rumiantes silvestres.

Más allá de su impacto en la sanidad animal, las pérdidas económicas asociadas a la PPR ascienden a unos 2.100 millones de dólares estadounidenses al año. Desde su identificación en 1942, la PPR se ha propagado a más de 70 países en África, Asia, Oriente Medio y Europa del Este, arraigándose en muchas regiones y representando una seria amenaza para los medios de vida y las economías frágiles. Esta enfermedad socava los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente en zonas donde más de 330 millones de personas, principalmente pequeños agricultores y comunidades de subsistencia, dependen de los pequeños rumiantes.

Aún se requiere más trabajo para lograr la erradicación

La exitosa erradicación de la peste bovina en 2011, que demostró el poder de la colaboración y los esfuerzos concertados para proteger la sanidad animal y los medios de vida humanos, motivó a la comunidad veterinaria mundial a designar la PPR como la siguiente enfermedad prioritaria a erradicar, junto con la rabia transmitida por perros. En 2015, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lanzaron la Estrategia Global de Control y Erradicación de la PPR (PPR GCES, por sus siglas en inglés)  , con el ambicioso objetivo de erradicar la enfermedad para 2030.

Durante los 10 años transcurridos desde el lanzamiento de la estrategia PPR GCES, se han logrado avances significativos. Entre las iniciativas se incluyen la implementación del Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS)  , varios proyectos financiados por la Unión Europea, proyectos de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EE. UU. (DTRA), y el lanzamiento del Programa Panafricano para la Erradicación de la PPR y el Control de Otras Enfermedades Prioritarias de los Pequeños Rumiantes  . Sin embargo, aún queda mucho por hacer.

La propagación continua de la PPR hacia nuevas regiones y su arraigo en áreas endémicas, agravados por el acceso limitado a servicios veterinarios en comunidades marginadas, siguen siendo grandes desafíos para su eliminación. Superar estos obstáculos es esencial para lograr la erradicación de la PPR, proteger los medios de vida y reforzar la seguridad alimentaria de algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo. Es imperativo mantener un esfuerzo global sostenido y coordinado para garantizar el éxito de la estrategia PPR GCES y fortalecer la resiliencia de las comunidades que dependen de los pequeños rumiantes.

Un compromiso con la colaboración global

Los pequeños rumiantes suelen ser el recurso más importante, y en algunos casos el único, del que dependen ciertas poblaciones vulnerables para sobrevivir. La erradicación de la PPR abriría oportunidades económicas tanto a nivel nacional como internacional, contribuyendo al crecimiento y la estabilidad. Las ovejas y las cabras desempeñan un papel esencial en la vida de muchos agricultores, especialmente mujeres y jóvenes, quienes a menudo están subrepresentados en los espacios públicos y de toma de decisiones.

Desde el inicio de la estrategia PPR GCES, ha quedado claro que los brotes pueden gestionarse y que se puede desarrollar una inmunidad colectiva mediante el establecimiento de mecanismos nacionales de financiación para actividades clave de prevención de enfermedades animales, la promulgación de políticas y normativas favorables, la inversión en la producción de vacunas y diagnósticos para la PPR, y la concienciación y formación sobre tecnologías de prevención y control.

Para tener éxito, los esfuerzos de erradicación deben seguir una estrategia bien diseñada y coordinada, respaldada por una infraestructura sólida y la inversión en el personal veterinario. Estos esfuerzos deben priorizarse y reconocerse como un bien público internacional mediante un compromiso político firme y la movilización de recursos. La OMSA y la FAO instan a sus Miembros a seguir comprometidos con la inversión en enfoques.

¿Qué es la peste se pequeños rumiantes?

La peste de pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad vírica causada por un morbilivirus estrechamente relacionado con el virus de la peste bovina que afecta a caprinos y ovinos y a algunos parientes silvestres de pequeños rumiantes domésticos, así como a los camellos. Se identificó por primera vez en Côte d’Ivoire en 1942.

Se caracteriza por tasas de morbilidad y mortalidad significativas, y tiene un alto impacto económico   en zonas de África, Oriente Medio y Asia, donde los pequeños rumiantes contribuyen a garantizar la subsistencia.

Los animales afectados presentan una fiebre alta y depresión, junto con secreciones en los ojos y las fosas nasales. Los animales no pueden comer, ya que la boca se cubre de dolorosas llagas erosivas y sufren de neumonía y diarrea graves, que llevan, con frecuencia, a la muerte.

Leer más

Noticias Internacionales

Movimiento de animales de una región a otra: la experiencia colombiana con trazabilidad y sanidad

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Noticias Internacionales

Descubren cómo la alfalfa sobrevive a suelos salinos

Publicado

en

COMPARTIR

Leer más

Tendencia