Hato más Grande: Más Riesgo frente a la Tuberculosis Bovina

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Ciertas prácticas ganaderas, vinculadas a una producción más intensiva, están relacionadas con un mayor riesgo a infecciones por Tuberculosis Bovina (TB), de acuerdo a una investigación de la Universidad de Exeter (Reino Unido). Factores como el tamaño del rebaño, la ausencia de barreras de setos o el uso del ensilaje favorecen el riesgo.

Los investigadores analizaron los datos de 503 granjas que habían sufrido TB en comparación con 808 granjas de control en zonas de alto riesgo de TB.

El equipo de investigación encontró que las explotaciones con rebaños de 150 o más cabezas tenían un 50% más de probabilidad de sufrir un brote de tuberculosis bovina que aquellos con menos de 50 animales. Los patrones de producción de cultivos y de alimentación también fueron importantes, ya que los riesgos aumentan con el uso de prácticas vinculadas con los sistemas de mayor productividad. Por cada 10 hectáreas de maíz (alimento favorito de los tejones, los cuales juegan un papel en la transmisión de la enfermedad) el riesgo de TB aumentó en un 20%. La alimentación con ensilado duplicaba el riesgo, tanto en vacuno de carne como de leche.

Las características del paisaje, tales como hojas caducas bosques, pantanos y setos también fueron importantes. Por ejemplo, en las granjas con 50 kilómetros de límites, un kilómetro extra de seto podía reducir el riesgo en un 37%. La razón podría encontrarse en que hay menos contaminación del pasto por las heces y la orina de tejón en las zonas ricas en setos.

La mitad de los productores de leche del Reino Unido ha abandonado el sector desde 2002. Los que permanecen tienen rebaños más grandes y mayor productividad: el tamaño medio de la manada ha aumentado de 75 animales en 1996 a 133 en 2014 (un aumento del 77%), y el rendimiento anual aumentó de 5.775 litros por vaca en 1995 a 7.535 litros por vaca en 2013 (un aumento del 27%).

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