Estudios Indican que los Robots no solo ayudan a la salud mental de los productores, a las vacas también les gustan

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El autor de este artículo, Marc Fawcett-Atkinson, explicó este caso describiendo la rutina de la ganadera Mickey Aylard, ubicada en la población de Saanich – Canadá, que solía despertarse en la oscuridad de la noche y ordeñar un centenar de vacas.

Hace tres años, en 2018, la productora instaló un sistema de ordeño automático que ordeña a las vacas en su horario, sin intervención humana. Según ella, fue un alivio porque mejoró su salud mental.

Así describió cómo han sido los cambios en su rutina: “Solíamos levantarnos a las tres de la mañana para ordeñar las vacas. Ahora, no comenzamos hasta las cinco y media o las seis, y dormir un poco más es muy importante para la salud mental de nuestra familia”.

Un estudio publicado en febrero de este año por un equipo de la Universidad de Guelph (localizada en Ontario) encontró que los ganaderos que usaban sistemas de ordeño automatizados informaron tener una mejor salud mental que sus compañeros.

De hecho, más de la mitad de los trabajadores del campo canadienses sufren de ansiedad, y más de un tercio están deprimidos, según un informe de 2019. Las muertes por suicidio también son más altas entre productores, acuicultores y silvicultores que entre la población en general.

En Estados Unidos, un estudio de 2017 de la American Farm Bureau Federation encontró que alrededor del 74 % de los productores de leche se vieron afectados por la adicción a los opioides, casi el doble del porcentaje afectado en la población rural en general.

Si bien las fuentes de estrés varían de una granja a otra, para los productores de leche, el exigente horario juega un papel innegable, a juicio de Meagan King, autora principal del estudio y profesora de psicología y bienestar animal en la Universidad de Manitoba.

“Los sistemas automatizados de ordeño y alimentación ya se han vuelto cruciales para brindar a los agricultores más flexibilidad de tiempo”, manifestó.

Pero los propietarios no son los únicos que se benefician de la tecnología; las vacas también parecen preferirla. Mientras que en los sistemas tradicionales, llevan el rebaño a una sala de ordeño y conectan las máquinas a sus ubres, los sistemas automatizados evitan este trabajo.

Con el robot, las vacas se dirigen a un puesto en su tiempo libre y se alimentan con una ración mientras la máquina localiza sus ubres y las ordeña. Son ellas las que eligen cuándo quieren ser ordeñadas, lo que reduce el estrés tanto para el animal como para el granjero.

Como explicó la ganadera, los productores aún tienen que trabajar muchas horas pues el cuidado de los animales requiere mucho tiempo, pero pueden hacerlo en un horario más humano.

Por su parte, Trevor DeVries, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Guelph, explicó que los robots no solo aliviarían a los ganaderos, sino también a las vacas: “Desde el punto de vista del comportamiento, les da a las vacas mucha más libertad y flexibilidad”.

Esos beneficios se reflejaron en los hallazgos del estudio, que utilizó la cojera para medir el bienestar de los animales en 28 granjas. Los productores con sistemas de ordeño robóticos se estresaban menos y aquellos con mejor salud mental tenían menos vacas cojas en su hato.

DeVries reconoció que no pudieron concluir qué factor incide primero, si el bienestar de los animales resulta de los productores o si su salud mental se beneficia del buen ánimo del ganado, porque no midieron cambios en el tiempo, aunque señaló que se da de forma recíproca.

“Tiene sentido que si un productor tiene una mejor salud mental, probablemente esté en un mejor estado para poder cuidar a sus animales … (pero) si los animales tienen mejor salud y desempeño, eso probablemente también tendría un impacto positivo en sus cuidadores, los productores”, apuntó.

Si bien es la primera vez que se documenta oficialmente esta correlación, el experto no se sorprendió con los resultados por la creciente popularidad de los ordeñadores robóticos, pues alrededor del 15 % de las granjas en Canadá los tienen, por los beneficios tanto a los propietarios como a las vacas.

Para Aylard, el ordeñador automático aportó un beneficio adicional. Cuando instaló el sistema, también invirtió en cepillos para vacas, los cepillos redondos gigantes que giran automáticamente cuando una vaca se acerca a ellos.

«El cepillo comienza a frotarle el lomo y la cara a las vacas, y todo lo que ellas ponen junto a él. Y, sinceramente, no sé si esos cepillos se han apagado desde que los colocamos hace tres años. (Las vacas) simplemente los aman», remató.

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