El Ministerio de Agricultura de China manifestó hoy domingo que ayudará a los productores lácteos del norte del país, que se han visto obligados a desechar leche y sacrificar vacas ante la caída de los ingresos por ventas.
El ministerio estimula a las compañías lecheras a aumentar sus compras, pone en marcha el control semanal de la producción de leche y refuerza el apoyo en materia de políticas a los productores de leche, anunció la cartera en un comunicado.
El ministerio también indicó que ha coordinado con grandes compañías productoras de lácteos, incluido el Grupo Industrial Yili y el Grupo Lechero Mengniu, ambos de Mongolia Interior, pidiéndoles que compren más leche, estabilicen los precios y protejan los intereses de los productores.
El ministerio trabajará con otros departamentos del gobierno central, incluyendo el Ministerio de Hacienda, para elaborar más políticas destinadas a ayudar a los campesinos a superar sus dificultades.
«Todos los días se desecha una tonelada de leche», dijo Pei Shuke, productor de la provincia oriental de Shandong. «Este tipo de acciones desesperadas han ocurrido raramente antes».
Casos similares se han extendido a otras áreas de producción de leche del país, incluidas la provincia septentrional de Heibei y la región autónoma de Mongolia Interior, ambas en el norte. El precio de la leche se ha desplomado desde el segundo semestre de 2014, poniendo en una situación desesperada a muchos campesinos.
Los precios de los productos lácteos han descendido durante diez meses consecutivos desde febrero de 2014. En los primeros tres trimestres de ese año cayeron desde los 4,26 a los 3,84 yuanes por kilo, tendencia que no ha mostrado indicios de recuperación en los últimos tres meses del año pasado.
La desaceleración del sector lácteo ha sorprendido a muchos. A finales de 2013, los productos lácteos experimentaron un encarecimiento tras sufrir un retroceso en la producción como consecuencia de enfermedades del ganado y del abandono del sector por parte de algunos productores. El precio de la leche sobrepasó los cinco yuanes (0,8 dólares) por kilo en diciembre de 2013, frente a los 3,4 yuanes por kilo de hace un año.
Ese auge de precios originó un optimismo excesivo en el sector y muchos campesinos compraron grandes cantidades de vacas a precios elevados para aumentar la producción.
Pero el auge fue flor de un día. En marzo de 2014, los precios de las leches extranjeras comenzaron a bajar drásticamente debido a la sobreproducción. Muchas compañías chinas limitaron las compras a proveedores nacionales y recurrieron a fuentes baratas en el extranjero, lo que hizo caer el precio de la leche a niveles aún más bajos.