Luego de 25 años de trabajo en una gran empresa del sector de lácteos, Joseph Puthukulangara decidió que era tiempo de emprender su propio negocio.
Este empresario, nacido en la India y radicado en Ecuador, trabajó para la firma Kiosco durante un cuarto de siglo. En esa compañía empezó como técnico en quesos y terminó de gerente de planta en la San Gabriel, población ubicada en Carchi, provincia ganadera de la frontera norte.
La experiencia y los conocimientos acumulados en esa empresa permitieron que Joseph Puthukulangara montara una planta de quesos.Su pequeña empresa del sector quesero se llama Milmalac y se conformó hace un año.
Para empezar invirtió alrededor de USD 150 000. “Arrancar fue difícil. Al principio la gente no conocía los productos, fue una etapa difícil, pero la superamos con la ayuda de amigos y amigos de esos amigos que fueron probando nuestros productos y los recomendaban”.
La propuesta con la que Milmalac ingresó al mercado fue variada: queso mozarela, queso fresco, semimaduro, holandés y provolone. “Era una oferta bastante ambiciosa, pero como conocía el mercado sabía los tipos de quesos que tienen aceptación en el país”, revela Puthukulangara.
En el inicio de la planta, este empresario se apoyo en su hijo y un trabajador. Entre los tres se encargaban del proceso de elaboración de los quesos.
Para darse a conocer Milmalac aplicó estrategias como degustaciones y visitas a potenciales clientes. “De esa manera empezaron a llegar los primeros pedidos desde Ibarra y Quito, que se han ido incrementando con el tiempo. Hoy en día también llegamos hasta Guayaquil”.
Jorge Luis Vargas trabaja en la empresa Descalzi y es proveedor de Milmalac. Él describe a Puthukulangara como un excelente técnico que conoce muy bien el negocio de este derivado de la leche. Vargas le provee a Milmalac fermento y cuajo para los quesos. “Trabajo con la empresa de Puthukulangara desde hace un año. Es muy cumplido en los pagos, es un gran cliente y una muy buena persona”, dice Vargas.
El trabajo para este empresario que apuesta por el Ecuador continúa. Cuenta que las inversiones siguen porque este negocio siempre requiere capital, solo así se logra crecer. Al analizar el primer año de su pequeña empresa se declara satisfecho. En ese período sorteó una serie de retos y procesos para consolidar su negocio. Por ejemplo, cuenta que en los primeros cinco meses de su negocio se dedicó a cumplir trámites como el registro sanitario, el etiquetado de sus quesos, entre otros.
“Todo lo hacemos con calidad y pensando en ofrecer lo mejor a nuestros clientes”, dice Puthukulangara, con su acento extranjeros. Las expectativas en dos o tres años se enfocan en buscar más mercados, mantener la calidad y seguir creciendo.
1 comentario