La Argentina tiene posibilidades de aumentar la producción bovina cárnica. El camino es optimizar el uso del recurso forrajero y el mejoramiento de la sanidad.
La ganadería está en un momento de despegue real: “Si bien es importante recuperar el stock que se perdió, el productor debe comprender que el eje es la producción de carne y esto se logra aumentado la eficiencia productiva de las vacas”, destacó Daniel Rearte, coordinador del Programa Nacional Carnes del INTA, durante la megamuestra que el instituto realiza en la localidad cordobesa de Marcos Juárez.
“Además, en este momento –amplió el coordinador– la Argentina registra un incremento histórico en el precio del ternero”. En este sentido, agregó Rearte, que “de un reacomodamiento del sector pasamos a una recuperación, en la que el ternero comenzó a ganar terreno”.
Si bien es importante fortalecer el stock ganadero, en la actualidad, el INTA pone el foco en recuperar la producción de carne a partir del aumento de la eficiencia productiva de las vacas.
Primero, los pastos
De acuerdo con el especialista, un paso inicial fundamental consisten en aumentar el pasto, ya que de nada sirve revisar la sanidad de los toros si hay vacas sin una correcta alimentación. Así, para lograr una dieta balanceada, para los técnicos del INTA, los forrajes y las pasturas son la base de la recuperación del stock ganadero, tanto en carnes como en leche.
Marcelo De León: «Forrajes y pasturas: la base de la recuperación del stock ganadero».
Marcelo De León, especialista en forrajes y pasturas del INTA Manfredi –Córdoba–, indicó que “optimizar el uso del recurso pasto es encontrar la manera para que en el campo quede menos sin usar”.
En la actualidad, según cálculos del instituto, se produce alrededor del 60% del potencial de cada ambiente: “Para llegar al 100% es necesario, por un lado, la inversión en mejoramiento genético y fertilización y, por otro, que el ganadero se reconozca como un productor de pasto”, explicó De León.
Para De León, la ganadería cedió más de 14 millones de hectáreas a la agricultura y “para recompensar el stock hay que hacer planteos de recomposición, para lo cual es necesario aumentar la eficiencia productiva”.
En este camino, la tecnología surge como un horizonte claro en el cual la suplementación estratégica se asoma como un recurso eficiente que es potencialmente carne y leche de calidad.
“Hay tecnología como la suplementación estratégica que, a partir de granos, suplementos proteicos y expellers, aporta recursos que están producidos en origen que serían más eficientes si apuntamos a transformarlos en carne o leche que venderlos como producto final”, subrayó.
En los últimos años, hubo avances en el desarrollo del recurso forrajero destinado a silajes: en la región pampeana los suelos son salinos de muy baja calidad y productividad. “En pasturas trabajamos con la variedad Grama Rhodes, lo que nos permitió incrementar la cantidad de materia seca de 1.000 hasta 8.000 kilogramos”, graficó De León.
La salud de nuestras vacas
En esta línea, la cadena ganadera debe contar con un eslabón fuerte como lo es la sanidad animal. Gustavo Zielinski, especialista del INTA Marcos Juárez –Córdoba–, remarcó que “la salud animal y la parición son los pilares para recuperar el stock bovino”.
“Un 40% de vacas son huéspedes en los campos y no producen terneros: la mitad se debe a un déficit en la concepción y la otra es producto de enfermedades reproductivas”, puntualizó el especialista.
En la base de la cadena, si las vacas no están bien alimentadas no hay celos y por la tanto no hay concepción.
En suma, junto a la falta de una dieta balanceada, “el mayor porcentaje de déficit en la parición se debe a problemas sanitarios. En tal sentido, los técnicos subrayan que debe ponerse atención a dos momentos clave del proceso como lo son el parto y el destete. Esto es la base para mejorar significativamente el stock bovino sin aumentar el número de madres”, expresó Zielinski.
Fuente: INTA