En un laboratorio aislado y bajo estrictas medidas de seguridad, científicos en Nueva York utilizaron ingeniería genética para crear una vacuna sin precedentes, con el fin de proteger al país de una enfermedad que podría causar un devastador impacto económico.
Los brotes de aftosa en el ganado son comunes en varios países de América Latina, que implementan programas rutinarios de vacunación.
Pero Estados Unidos es un país libre de aftosa desde 1929. Con cien millones de cabezas de ganado y exportaciones en este sector superiores a los US$100.000 millones, la enfermedad podría tener graves consecuencias financieras.
La nueva vacuna se diseñó para responder rápidamente a un eventual brote. A diferencia de vacunas tradicionales, fue desarrollada sintetizando material genético en el laboratorio y sin necesidad de manipular el virus de fiebre aftosa, altamente contagioso.
Otra gran innovación es que permite distinguir los animales infectados de aquellos que no tienen la enfermedad y fueron simplemente vacunados.
Isla Aislada
El virus es tan contagioso, que el gobierno estableció el laboratorio en la isla de Plum Island.
«La ley prohíbe el uso del virus de fiebre aftosa en cualquier lugar de Estados Unidos, con excepción de nuestro laboratorio acá en Plum Island», dijo a la BBC el Dr. Luis Rodríguez, investigador principal del Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU. en Plum Island.
«La isla se encuentra a unas dos millas de la costa de Nueva York. Es aquí donde se estableció en 1954 un laboratorio para trabajar con fiebre aftosa. El virus es muy contagioso y en aquella época se decidió que era más seguro trabajar en una isla».
El laboratorio cuenta con estrictas medidas de bioseguridad, como sistemas de filtración de aire. El virus no infecta a los seres humanos, pero éstos pueden ser portadores de la enfermedad y transmitirla a otros animales.
«Si voy a visitar un país libre de aftosa y a trabajar en el campo con animales, hago una cuarentena de por lo menos cinco días donde no tengo contacto con el virus en el laboratorio ni con animales», señaló el Dr. Rodríguez.
Vacuna Segura
Una de las grandes ventajas de la nueva vacuna es su seguridad.
«Se usa básicamente un vector, es decir, un virus que está atenuado. Usamos un virus de humanos que se llama adenovirus, que no causa ninguna enfermedad en humanos porque le faltan algunos de sus genes, es lo que se llama un virus defectuoso que sólo crece en ciertas células en el laboratorio».
«En este virus se introdujo la información genética relevante del virus de fiebre aftosa, o sea aquellas partes del virus que inducen una respuesta inmune importante. La vacuna se produce con este vector sin necesidad de tener el virus infeccioso».
La información genética del virus de fiebre aftosa no tiene por qué obtenerse de un virus vivo, según explicó a BBC Mundo el Dr. Rodríguez. «Ahora con las tecnologías que existen lo único que usted necesita es la secuencia de la proteína que usted quiere producir y eso simplemente se puede sintetizar en el laboratorio en forma muy segura».
Otra de las grandes ventajas es que permite distinguir los animales vacunados de aquellos infectados.
«Como la vacuna utiliza simplemente un pedacito, una tercera parte nada mas de las proteínas del virus de fiebre aftosa, las otras dos terceras partes del virus se pueden utilizar para probar si los animales producen anticuerpos o defensas contra estas proteínas, lo cual indicaría que esos animales fueron infectados».
La distinción es crucial para evitar lo que sucede muchas veces al controlar brotes de aftosa, cuando miles y hasta millones de animales no infectados acaban siendo sacrificados.
Respuesta Rápida
Los brotes de fiebre aftosa han llevado a la destrucción de millones de cabezas de ganado en el mundo.
La nueva vacuna permite además responder rápidamente a un brote de virus emergentes.
«Hay muchos tipos de fiebre aftosa, hay siete serotipos, algunos con subtipos y las vacunas contra unos no protegen contra otros».
Los países utilizan los llamado bancos de vacunas, como el Banco Norteamericano de Vacunas de Fiebre de Aftosa, que comparten EE.UU., Canadá y México. Pero para producir nuevas vacunas en la forma tradicional y responder a nuevas cepas es preciso que estos virus crezcan en células, lo que a veces no sucede, dificultando y haciendo más lenta la producción de vacunas.
«Con la tecnología que tenemos usted simplemente secuencia ese virus nuevo y sintetiza ese gen. Se ahorra mucho tiempo y puede producirse una vacuna muy rápidamente en respuesta a un nuevo tipo de fiebre aftosa».
Terminados los estudios de laboratorio y de campo, la vacuna está ahora en proceso de recibir una licencia para su uso en EE.UU.
El Dr. Rodríguez aclara que fue hecha «muy específicamente para las necesidades de EE.UU., un país libre de aftosa, y se va a utilizar únicamente en respuesta a brotes», en un tratamiento único y no en forma rutinaria.
La vacuna no podría utilizarse, por ejemplo, en países como Argentina o Uruguay donde se vacuna varias veces al año. La vacuna no funcionaría «porque cuando los animales son vacunados con este adenovirus producen anticuerpos no sólo contra la aftosa sino también contra el adenovirus mismo, asi que probablemente la revacunación no va a ser muy efectiva».
«Bienestar de millones de personas»
América Latina sí podría beneficiarse de otras vacunas en las que el Dr. Rodríguez trabaja y que se encuentran en proceso experimental «con resultados prometedores».
Las vacunas tradicionales actuales utilizadas en países no libres de aftosa sólo ofrecen inmunidad durante un tiempo determinado, y «estamos trabajando en vacunas que produzcan inmunidad durante más de seis meses». También se investigan vacunas que ofrezcan una cobertura más amplia, no sólo contra la cepa específica con la que fueron elaboradas.
[alert style=»orange»] «La gente piensa que la fiebre aftosa es una enfermedad que sólo afecta a los animales, pero en realidad afecta la vida de millones de personas en todo el mundo, limitando la producción y las economías». Dr. Luis Rodríguez, Servicio de Investigación Agrícola de EE.UU., Plum Island [/alert]
Los científicos esperan que la vacuna desarrollada en Plum Island abra el sendero para el uso de nuevas tecnologías en vacunas tradicionales. Lo que está en juego, según el Dr. Rodríguez, va mucho más allá de una cuestión de sanidad animal.
«La gente piensa que la fiebre aftosa es una enfermedad que sólo afecta a los animales, pero en realidad afecta la vida de millones de personas en todo el mundo, limitando la producción y las economías».
«Muchas de las áreas más afectadas son además las que tienen mayor presión por aumento poblacional y por inseguridad alimentaria».
Para el Dr. Rodríguez, su trabajo en Plum Island es una oportunidad para que la ciencias veterinarias tengan «una tremenda contribución» al bienestar de millones de personas.
«Si logramos una vacuna que en lugar de seis meses proteja por un año, nada más eso, va a ahorrar miles de millones de dólares a países que no tienen capacidad de pagar este dinero para controlar la enfermedad».
«Ésta es en gran parte la motivación que tenemos para seguir trabajando en esto».
VENTAJAS DE LA NUEVA VACUNA
- Es segura porque no se utiliza el virus para elaborarla
- Permite distinguir entre animales vacunados o infectados
- Permite una respuesta rápida ante un virus emergente
FIEBRE AFTOSA
La aftosa, como su nombre lo indica, causa aftas o vesículas en la boca y las patas de los animales. Sin embargo, lo más importante son los efectos del virus en el animal.
«Deja de comer, pierde peso y baja totalmente la producción de leche. En animales jóvenes además hay una mortalidad bastante alta. En estos momentos hay un brote en Medio Oriente y gran parte de los animales están muriendo porque el virus puede invadir el corazón de los animales y causarles la muerte», señaló el Dr. Rodríguez.
Una vez que el animal se recupera, la carne se puede consumir, pero el impacto económico es severo.
Fuente: Agencias