Diferencia el Timpanismo Abomasal de la Diarrea Neonatal

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Esta enfermedad se puede presentar en animales en pastoreo o en confinamiento, siendo una causa importante de muerte. Además, puede causar pérdidas en la producción láctea y baja en la ganancia de peso.

Se conocen dos diferentes tipos de timpanismo, el ruminal primario o espumoso y el timpanismo ruminal secundario o gaseoso. El primero se debe a la ingestión de leguminosas tiernas o de altas cantidades de granos de cereales.

El segundo tiene como causa posible la esofagitis, la obstrucción del esófago o la dificultad de eructar.

Cuando el animal presenta esta enfermedad se pueden tener antecedentes clínicos relacionados con frecuentes episodios de cólicos, pérdida de apetito, taquicardia y taquipnea, así como también distensión abdominal con presencia de resonancia subtimpánica a la percusión de la fosa paralumbar derecha.

Diferencia de timpanismo abomasal y diarrea neonatal

La revista Frisona indica que, desde el punto de vista epidemiológico, la principal diferencia con la diarrea neonatal es que es mucho más rara, hay algunas fincas que presentan y en muchas tras nunca se ha diagnosticado. Por otro lado, la diarrea neonatal suele aparecer en brotes y la abomasitis lo normal es que sea esporádica, esto significa que aparece uno o dos casos de vez en cuando. Lo que sí es cierto es que en las fincas que se presenta algún caso, es muy probable que se vuelvan a tener situaciones similares.

La edad de los terneros afectados está por de bajo de las tres semanas, en eso no hay mucha diferencia con la diarrea neonatal. Desde el punto de vista clínico, lo más característico es la rapidez con que se desarrolla la enfermedad y el alto porcentaje de mortalidad.

En la diarrea neonatal los terneros enfermos, si no se les pone tratamiento, pueden morir en 24 horas, pero al momento en que se les aplique el tratamiento, la enfermedad dura algunos días y los animales salen adelante.

La abomasitis puede producir diarrea en algunas ocasiones, pero en otras no. La ternera afectada suele estar deprimida, con el abdomen abultado y, en algunos casos, con signos de cólico por el dolor que le produce la enfermedad; este ultimo también se puede manifestar con babeo y rechinar de dientes.

Cuando el animal muere, el diagnóstico se confirma con la necropsia. Al abrir el abdomen se verá el cuajar distentido y en ocasiones se puede observar su pared externa de color oscuro. La pared de este está engrosada por el edema, con úlceras desde puntiformes hasta grandes, pudiendo llegar a perforarse y entonces se puede encontrar el contenido del estómago en la cavidad peritoneal.

Hay que destacar que en los terneros muertos por diarrea neonatal, aunque el cuajar puede aparecer distentido con liquido y gas, este nunca aparecerá con la pared engrosada.

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