Esta granja flotante se encuentra ubicada en el centro del puerto de Róterdam en Holanda y en su interior pastan 40 vacas lecheras. La idea que tienen los dueños de esta amplia y moderna granja es que se muestre el futuro de la actividad ganadera, teniendo en cuenta que el objetivo mundial es producir alimentos en la menor cantidad de tierra posible. El avance tecnológico se traduce a una edificación dividida en tres pisos.
De acuerdo a lo expresado por su dueña Minke van Wingerden en el portal Yahoo Finanzas, muchas veces les preguntan por qué tener una ganadería flotante a lo que la productora responde que “hay que entender que el mundo está bajo presión y tenemos cada vez menos tierra agrícola, por eso nuestra idea es que de esta forma podamos crear terrenos agrícolas cercanos a la ciudad y también adaptables al clima”.
Esta construcción de tres pisos está dividida de forma muy organizada. De esta manera, los bovinos habitan en la planta superior para pasar a la intermedia en la que la leche se transforma en quesos, yogur o mantequilla.
En la planta inferior, los creadores de la ganadería flotante decidieron destinarla a la maduración de los quesos que ellos mismos producen.
Esta se ha convertido en la mejor opción para llevar a cabo la actividad ganadera responsable en un país donde la subida del agua es una amenaza latente y permanente. Esta es una de las razones por las cuales se cree que puede ser la opción más viable para el futuro teniendo en cuenta que el cambio climático y descongelación de los glaciares es una realidad.
Según el portal mencionado, el recinto logra mantener a los animales inmunes a las inundaciones que son cada vez más frecuentes en esta zona del mundo debido al cambio climático y por eso le están apostando a la sostenibilidad. Hay que destacar que este es uno de los países insignias en temas de ganadería.
En esta granja, las vacas se alimentan de una mezcla que contiene uvas de un banco de alimentos así como de cereales que se producen en una finca local. A esto hay que sumarle que también se nutren gracias al pasto que hay en un pasto de golf cercano y del club de fútbol de Róterdam.
El estiércol que producen estas vacas se convierte en gránulos de tierra para jardines y la orina se purifica y se recicla como agua bebible para los mismos 40 bovinos que viven en esta avanzada finca.
El establo está equipado con paneles solares que generan la electricidad que se necesita para su funcionamiento. En cuanto a los quesos, yogures y mantequillas producidas por esta finca, estos son comercializados en una tienda cercana que promociona productos locales.
Esta iniciativa busca hacer la actividad ganadera más atractiva. Según su dueña y creadora, “hacemos esto porque a muchos jóvenes ya no les atrae la ganadería, siendo esto una pena porque todos necesitamos un granjero al menos tres veces al día, más no a un banquero”.
Los dueños de la granja tienen pensado en construir otra pero dedicada a la siembra de cultivos y así exportar la idea con un proyecto que ya está en marcha en Singapur.