Henry W. Hernández-Isla*
Médico Veterinario
Introducción
La emergencia de nuevas epidemias en el mundo, dan valor agregado al mensaje de Bill Gates, cofundador de Microsoft, en un evento de TED Talks, (2015) alertaba a la humanidad de la posibilidad de que un “virus altamente infeccioso” podría matar a millones de personas (Invdes, 16 de marzo de 2020). En películas de ciencia ficción cercanas a la realidad, como la película Epidemia (1995), utiliza una frase de Joshua Lederberg, Premio Nobel de Medicina (1925-2008) “la mayor amenaza concreta al dominio permanente del hombre en el planeta es un virus”.
Estas frases, tienen correlación con el reporte de las autoridades de salud de Wuhan a la OMS informando de los primeros casos de neumonía entre el 12 y 29 de diciembre de 2019; y a inicios del nuevo año, confirma la presencia de un nuevo coronavirus. Unos días después (11 de febrero), la OMS nombra al Coronavirus como Covid-19.
Posteriormente (11 de marzo), caracterizo al COVID-19 como una «pandemia» por su propagación por todo el mundo (CNN Español). Es importante señalar que en la Cumbre Virtual Extraordinaria de Líderes del G20 sobre COVID19, el presidente chino, Xi Jinping, a través de un video-enlace en Beijing, capital de China, exigió “una decidida guerra global total contra el brote de la COVID-19”. La cumbre se llevó a cabo “cuando el número de muertos en todo el mundo por la COVID-19, ascendía a más de 21.000 y el número de contagios superaba los 480.000”, según la Universidad Johns Hopkins (Xinhuanet, 26 de marzo de 2020). En la misma reunión el Director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguro: “estamos en guerra contra un virus que amenaza destrozarnos si se lo permitimos”, en cuanto a cifras señalo que “los primeros 100 000 casos se produjeron en 67 días; los segundos 100 000, en 11 días; los terceros 100 000, en solo cuatro días, y los cuartos 100 000,
en únicamente dos días”. Sentenció “si no se actúa con decisión en todos los países, los muertos podrían ser millones” (OMS, 26 de marzo de 2020).
Wuhan, China: De cuarentena estricta a cuarentena flexible
Cuando se inició la cuarentena en Hubei (22 de enero de 2020), el Gobierno ordenó el cierre de oficinas públicas y privadas, fábricas, colegios (las clases son a través de Internet), universidades, aeropuerto, estaciones de tren, carreteras, cines, parques de diversiones, discotecas, estadios, gimnasios, etc. La orden era que todos debían permanecer en sus casas.
Luego se ordenaron cuarentenas más flexibles en otras zonas del país, como Beijing (El Comercio, 16/03/2020).
Desde entonces, diariamente las empresas y los comités vecinales deben enviar un informe al gobierno con datos precisos de los ciudadanos que incluyen: nombre, apellidos, documento de identidad, temperatura a las 10:00 de la mañana y a las 3:00 de la tarde, lugares visitados en los últimos 14 días, contacto con afectados, síntomas, etc. Esa información se llena mediante un formulario disponible en el teléfono celular de cada ciudadano. Para ingresar a cualquier edificio, incluso la vivienda propia, es necesario una revisión de temperatura. Hasta para acceder a la senda de bicicletas, la policía exige una revisión de temperatura. Si supera los 37,3 grados, la policía activa el código rojo y el ciclista debe pasar 14 días en reclusión domiciliaria. Incluso cuando se pide comida a domicilio, en la envoltura externa aparece el nombre del cocinero y la temperatura de su cuerpo para seguridad del comprador y constancia de las autoridades.