Conozca la diferencia entre un Inseminador y un Transferidor

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Los procesos de biotecnologías son relativamente nuevos para la ganadería colombiana en cuanto a implementación, debido a que la teoría apareció desde hace varios años. Muchas de estas herramientas son los nuevos aliados de los ganaderos quienes lo ven como una apuesta prometedora para el futuro.

Las biotecnologías son herramientas tecnológicas aplicadas a procesos biológicos que ayudan a mejorar los niveles productivos de la finca. Este tipo de prácticas suele confundirse con la Inseminación Artificial (IA) debido a que son conceptos que están adentrándose en el gremio, pero que pueden ser perfectamente usados en la ganadería.

Ramón Guillermo Gómez Domínguez es un médico veterinario y zootecnista con Maestría en Administración de Negocios que cuenta con 20 años de experiencia en uso de herramientas de biotecnología reproductiva, indica que hoy en día es posible usar la transferencia de embriones de la misma forma en que la inseminación artificial.

“En la actualidad los embriones congelados son una realidad y cualquier persona puede congelar hasta 1.000 embriones de sus propias vacas y empezar a trabajar con estos en programas de inseminación”, expone Gómez Domínguez.

Sin embargo el experto asegura que hay muchos temas técnicos que se deben superar tanto por parte de los profesionales en la materia, como por los trabajadores y dueños de predios ganaderos en Colombia para garantizar el éxito de los procesos.

En palabras de Gómez Domínguez, “uno es un tema tan simple como el manejo de los termos de embriones congelados, pues a veces las personas piensan que el manejo debe ser el mismo que se le da a un termo de semen”, menciona.

El profesional ejemplifica que hay situaciones muy sencillas que se presentan en el día a día de los procesos que generan complicaciones en el mismo. “Es muy común que usted en la finca llegue y saque una pajilla de semen del termo, le pase el dedo para revisar el nombre del toro y eso causa una microdescongelación que puede destruir la producción de 100.000 espermatozoides de una pajilla que tiene 400 millones y no hay problema, se guarda la pajilla y el animal va a preñar perfecto pero si eso mismo pasa en un termo de embriones la situación es distinta porque no hay 400 millones sino 1 solo”, ejemplifica Gómez Domínguez.

En el caso de las dos técnicas, si llega a suceder lo mencionado por el profesional, el embrión muere automáticamente lo cual genera dificultades en el proceso sin que el productor esté enterado de lo ocurrido.

Para Gómez Domínguez, “tenemos que resolver muchos temas de educación. Es claro que tenemos los embriones en la finca, pero no es muy común tener un transferidor con experiencia dentro del predio para que vaya realizando el debido proceso. No es lo mismo un inseminador que un transferidor, por lo tanto uno no puede realizar la labor del otro porque el ganadero debe tener en cuenta el costo de un embrión, que muchas veces depende de la genética, por lo que si se mezclan las funciones entre las personas encargadas de la labor, el riesgo es demasiado grande”, comenta.

Según lo expresado por el profesional, este es un tema que tiene muchas aristas, pero seguramente en un futuro no muy lejano los inseminadores de las fincas tendrían que llegar a ser transferidores de embriones.

Finalmente, Gómez Domínguez señala “no va a ser un proceso sencillo ni fácil pero las empresa de biotecnologías están trabajando para eso, todavía nos falta mucho pero va a llegar”, concluye.

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