Una vaca clonada por científicos argentinos con genes bovinos y humanos comenzó a producir leche similar a la materna con el fin de contribuir en la lucha contra la mortalidad infantil.
Investigadores de la Universidad Nacional de San Martín y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), incorporaron a la vaca «Isa», clonada el año pasado, dos genes humanos que codifican dos proteínas presentes en la leche humana, de alta importancia para la nutrición de los lactantes.
Se trata de las proteínas lactoferrina y la lisozima, incluidas en el ADN de la vaca, también conocida como «Rosita».
«Esta es una manera de contribuir en la lucha contra la mortalidad infantil, ya que una proteína permite evitar enfermedades infecciosas del aparato digestivo y la otra similar al hierro, evita la anemia en los niños recién nacidos», explicó el rector de la Unsam, Carlos Ruta.
La investigación «no busca reemplazar el vínculo madre-hijo durante la lactancia, sino que está destinada a aquellos lactantes que, por distintas razones, no tienen acceso a la leche de sus madres», añadió el investigador Germán Kaiser, del Grupo de Biotecnología de la Reproducción del Instituto de tecnología agropecuaria.
Los científicos consiguieron incluir en esta vaca «bitransgénica» dos genes humanos en el genoma bovino, lo que permitió que las dos proteínas se hicieran presentes en la glándula mamaria durante la lactancia, indicó la universidad.
«Isa», nacida en abril de 2011 en el INTA, fue presentada en junio del año pasado por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien aseguró que se convertiría en la «primera vaca en el mundo capaz de producir leche maternizada».
Argentina entró al club de la clonación destinada a crear vacas transgénicas con fines medicinales en agosto de 2002, cuando nació «Pampa», fruto de una clonación llevada a cabo por expertos del laboratorio local Bio Sidus con el fin de obtener leche bovina con la proteína de crecimiento humano «hGH».
Las descendientes de «Pampa», la primera ternera clonada en América Latina, producen leche de la que se extrae esa proteína para producir a menor costo las medicinas para niños con deficiencias de crecimiento.
Fuente: Agencias