El Instituto de Ganadería de Montaña (IGM), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de León (ULE), junto con técnicos especialistas en nutrición y alimentación de rumiantes procedentes del sector privado.
Participan en un programa de actividades de divulgación, transferencia y formación para ayudar a las granjas de vacuno de leche de China a utilizar de forma más eficiente la alfalfa deshidratada española.
En la actualidad España exporta alrededor del 70 por ciento de la alfalfa deshidratada producida, lo que implica un volumen de negocio anual de alrededor de 197’5 millones de euros en 2017. China es el segundo país importador, con alrededor de 1’7 millones de toneladas anuales, “pero existe un amplio margen de crecimiento considerando la demanda de forraje necesaria para la alimentación del creciente censo de rumiantes del país asiático, en especial de vacuno lechero”, según la información del IGM recogida por DiCYT.
China tiene un censo aproximado de 6’5 millones de vacas lecheras, que produjeron alrededor de 32’5 millones de toneladas de leche en 2017. Esta producción, sin embargo, “no es todavía suficiente para cubrir la demanda interna y cabe esperar que este déficit siga impulsando el crecimiento de la producción en los próximos años”, explican.
España es el único país que cuenta con un protocolo aprobado para la exportación de alfalfa deshidratada a China, pero compite con otros países, como Estados Unidos, que exporta alfalfa en rama (es decir, desecada de forma natural al sol, en el campo).
Tradicionalmente, en las granjas chinas se ha usado preferentemente la alfalfa en rama, pero diferentes circunstancias han impulsado la importación de alfalfa deshidratada y su empleo en la alimentación del vacuno de leche. Sin embargo, la alfalfa deshidrata tiene ciertas peculiaridades “que requieren que se utilice de forma diferente a la alfalfa en rama, para que su inclusión en las raciones de vacas de leche no afecte negativamente a la salud de los animales y a su rendimiento productivo”, subrayan.
En España existe un importante bagaje de conocimiento científico-técnico sobre el valor nutritivo de la alfalfa deshidratada y su empleo en la alimentación de rumiantes que se puede transferir a las empresas Chinas. Por ello, la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa y el ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior) han puesto en marcha una campaña promocional implementada por la consultora Eibens, con el objetivo de promover el correcto empleo de alfalfa deshidratada en el sector del vacuno de leche de China.
Así, los miembros del equipo han visitado granjas de élite en China e impartido diferentes conferencias y seminarios. Los expertos han podido identificar puntos críticos sobre los que será necesario actuar en el futuro para consolidar la incipiente cooperación y consolidar el mercado. En este sentido, “será importante continuar realizando actividades de I+D+i que permitan a los científicos españoles estar en la vanguardia del conocimiento científico-técnico. Sobre este conocimiento, el asesoramiento directo a las granjas será clave para realizar un uso adecuado de la alfalfa deshidratada y alcanzar el éxito comercial deseado”, concluyen.