Brasil: el Gigante que aún Debe Importar Mucha Leche

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La producción de leche en Brasil viene creciendo a un promedio de 4,5% anual a lo largo de los últimos 10 años, pero ese país todavía tiene que importar lácteos para poder atender su demanda interna. En 2014, la producción apenas creció a un ritmo de 2,2% anual y se le hace cada vez más difícil poderle hacer frente al salto que pegó el consumo.

Como sucede con el consumo de proteínas en otros países, en la medida que el poder adquisitivo de la población brasileña va mejorando, incorpora más alimentos de calidad a su dieta. En caso de Brasil, el consumo per cápita de lácteos saltó de 123 a 171 litros fines de 2013.

Los datos fueron divulgados por el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada, perteneciente a la Escuela de Agronomía de la Universidad de San Pablo. El analista responsable de este trabajo, Daniel Marcelo Velazco Bedoya aseguró que al tener una producción de lácteos distribuida entre muchos pequeños productores, Brasil tuvo que depender de la importación. Por más de 45 años, hasta el comienzo de 1990 el precio de los lácteos fue tarifado, lo que impidió cualquier tipo de investigación en la pecuaria de leche.

Según el estudio, Brasil importó el año pasado 1 millón de litros de leche y para el presidente de la Comisión Nacional de Pecuaria de Leche de la Confederación Nacional Agropecuaria (CNA), Rodrigo Alvim, se convirtió en otro factor que inhibió la producción de leche local.

La producción promedio anual de leche por vaca en Nueva Zelanda es de 10.000 kilos y en Brasil el promedio anual es de 1,5 mil kilos por vaca, lo que muestra que los productores brasileños, más allá de las mejoras, todavía tienen un largo camino por recorrer para aumentar la producción. El crecimiento demandará mayor tecnificación y mejor nutrición, para poder aprovechar la explosión de la demanda.

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