En una medida unilateral el gobierno boliviano decidió cerrar las exportaciones de carne, argumentando escasez de alimento en el mercado local.
Las empresas y ganaderos que exportan la carne de res deberán tramitar y presentar el Certificado de Abastecimiento Interno a Precio Justo (Caipj) desde el 1 de mayo según informó el Ministerio de Desarrollo Productivo.
La decisión fue rechazada por la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol), cuyo presidente, Alejandro Díaz, afirmó que “un país sale adelante incentivando la producción, no frenándola».
“Estas restricciones, es algo que tenemos que plantearle al Gobierno, volver a un sistema de cupos será algo que no permitirá la agilidad de la inversión, de la programación, trataremos que el impacto sea lo menos severo posible para nuestro sector y retomar la senda de crecimiento”, señaló el dirigente gremial.
Explicó que el año pasado se envió a faenar 1.350.000 cabezas de ganado. El cálculo con los frigoríficos de exportación es que alrededor de 130 mil cabezas fueron destinadas a mercados externos, es decir menos del 10 % por lo que “es falso decir que por esa cifra hay desabastecimiento cuando el 90 % va al mercado interno”.
Díaz consideró que estas medidas “pondrán un poco de freno a nuestro sector y no condicen con lo que se pregona, de que tenemos que salir entre todos de esta crisis económica”.
Además, planteó que “se ha mencionado mucho el tema del incremento de precios de la carne de res (…) La carne de res hasta marzo de 2021, que es el último reporte al cual hemos accedido de manera oficial solicitado al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, indica que la carne y los diferentes cortes principales, están de manera estable siendo comercializados en cada una de las capitales de los departamentos y El Alto» aseguró Díaz.
Los productores negaron rotundamente que la exportación de carne de res haya motivado el incremento del precio de la carne.
Por su parte la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc) también rechazó la medida y señaló que la decisión de incorporar nuevas trabas a la exportación de carne fue rechazada porque limita la competitividad del país y dificulta el acceso a los mercados internacionales.
“Es inadmisible cualquier medida que ponga en riesgo nuestros mercados internacionales, particularmente los de la carne bovina, que con tanto esfuerzo público y privado, se han logrado abrir para Bolivia”, dice el documento. (Lea: Colombia y Bolivia unen esfuerzos para trabajo en ganadería sostenible)
A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), Jorge Amantegui, afirmó que las restricciones a las exportaciones de carne y la anulación del uso de cultivos transgénicos son medidas que no aportan a la reactivación económica del país.
Indicó que ello afectará al aparato productivo con impactos en las inversiones y en la generación de empleos.
“Es el momento de que el Gobierno escuche a los sectores productivos. De esa manera podrá establecer políticas públicas y tomar decisiones que impulsen el desarrollo económico en beneficio de todos los bolivianos”, dijo Amantegui.
La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) aseguró que esto provoca un efecto en cadena que va desde el desincentivo a los productores locales, disminución de empleos, hasta la desconfianza en Bolivia como un proveedor seguro en el mercado internacional.
El presidente de la Cámara, Oscar Mario Justiniano, explicó que hasta la fecha, la carne nunca ha estado por encima de los precios históricos en Bolivia. Además, agregó que la carne de cerdo y de pollo no se exportan por lo que es incorrecto acusar que el incremento esté ligado a las exportaciones
Entre tanto, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Remmy Gonzales, manifestó que “no podemos permitir que, a título de que se está sacando la carne (al mercado externo), ellos empiecen a querer especular, no vender la carne, parar los mataderos y para mañana querer hacer subir la carne. Eso ya es otra instancia que también inmediatamente vamos a generar los operativos respectivos”.
Añadió que adicionalmente «hay contrabando, se está saliendo nuestro ganado a pie por las fronteras, eso vamos a controlar, porque el precio de la carne afuera está más caro que aquí en Bolivia, y eso está haciendo que gente inescrupulosa que está sacando el ganado a pie, eso vamos a controlar».
Bolivia era un pequeño exportador de carne vacuna procesada a Perú, Ecuador y eventualmente Chile hasta 2019, cuando se benefició con una apertura del mercado de China, que se convirtió rápidamente en el principal cliente.
Las ventas de carne a China estaban proyectadas para superar este año las 20.000 toneladas de cortes seleccionados, con un valor estimado en unos 80 millones de dólares, según informes oficiales.
Los productores ganaderos de las regiones tropicales bolivianas anunciaron a principios de este año planes para iniciar a corto plazo la exportación de carne vacuna a Rusia.