Biotecnología para el Control de Enfermedades Bovinas

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Para Marcelo Cristian Fort, jefe del laboratorio de Sanidad Animal de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Anguil (Argentina), están dadas las condiciones para «el desarrollo de técnicas biotecnológicas para mejorar el diagnóstico y control de enfermedades en bovinos».

Hace dos años, en la estación experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA) sede Anguil, se inauguró un amplio edificio para el trabajo de investigación en sanidad animal. Era una necesidad, pero parecía que el lugar quedaba grande al equipo de especialistas que se desempeñaban allí, por el tipo de actividades que realizaban hasta entonces. Hace unos días, se conoció que uno de los proyectos en los cuales participó el laboratorio, recibió el Premio Mercosur de Ciencia y Tecnología que patrocina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del Brasil.

El proyecto premiado tiene un extenso título: «Estrategias biotecnológicas para el control de enfermedades bacterianas y por protozoarios intracelulares que afectan al ganado bovino del Mercosur». Junto a INTA Anguil, integraron el equipo profesionales del INTA Balcarce, del INTA Castelar, -en donde se desempeña la doctora que coordinó el proyecto, Marisa Román-, la Universidad de Montevideo, Uruguay; la Universidad de Pelotas, Brasil y la Universidad de Asunción, Paraguay.

La investigación se basó en conocer dos enfermedades, -tuberculosis y paratuberculosis-, con el fin de desarrollar vacunas. Además, buscó desarrollar técnicas de diagnóstico para enfermedades de los bovinos.

Uno de los integrantes del equipo premiado de INTA Anguil es el médico veterinario Marcelo Fort, jefe del laboratorio de Sanidad Animal.

Para el investigador, lo que hicieron desde hace dos años a esta parte representa «un salto en calidad». La participación en el proyecto del Mercosur les dio la posibilidad de comprar equipamiento nuevo, asociarse con otros equipos de investigación y establecer vínculos de trabajo nacionales e internacionales, con el fin de ir «hacia el desarrollo de técnicas biotecnológicas para mejorar fundamentalmente lo que es el diagnóstico de enfermedades y el control de esas enfermedades».

«Nosotros trabajamos en las dos áreas, en el caso de paratuberculosis hicimos las pruebas de esas vacunas. Las probamos en conejos, para lo cual armamos un bioterio en Anguil, con un equipo de trabajo que integraron además Lumila Fuch, Valeria Baldone y Hugo Giménez», explicó Fort.

Paratuberculosis

En relación con la prueba de vacunas en paratuberculosis, el médico veterinario explicó que «es una enfermedad muy distribuida en los rodeos más lecheros. Provoca una diarrea persistente en las vacas que produce una caquexia y un desmejoramiento del animal con pérdidas de la producción».

La importancia de este desarrollo se basa en que hay dos teorías y una de ellas sostiene que puede ser perjudicial para el ser humano. «Se ha descubierto que el microorganismo que produce la enfermedad es igual al microorganismo que produce una enfermedad en humanos que se llama Crohn, que también produce una diarrea con lesiones muy importantes a nivel de intestino que puede llevar a la muerte. Hay algunos que dicen que son distintos los microorganismos y otros dicen que son los mismos, y cuál es el problema, si uno busca en la leche lo encuentra, es decir que las vacas que tienen la enfermedad lo pueden eliminar por leche», indicó Fort.

-¿Se trata de leche no pasteurizada?

M.F.: -La gente de Balcarce ha hecho estudios y lo encontró en leche en sachet, con lo cual podría llegar a los humanos si es el mismo o similar, podría llegar a producir la enfermedad en humanos. Lo que no se sabe bien es el estado de viabilidad que podría llegar a tener ese microorganismo, pero lo han encontrado en leche es decir que si hay una mala pasteurización, podría llegar al humano. Hoy por hoy se está estudiando mucho y están tratando de controlar mucho los rodeos.

-¿Cuál es la incidencia de la enfermedad en nuestros rodeos lecheros?

M.F.: -No es tan importante, aparece mucho en tambos con muchos animales en ordeño, en los tambos chicos no, como el caso de La Pampa, que la mayoría de los tambos son chicos. En otras zonas como Córdoba, Santa Fe, sí es más importante.

-¿En cuanto a la prueba de vacunas, qué ensayos se realizaron en Anguil?

M.F.: -Se probaron tres vacunas distintas ya desarrolladas, algunas en el país, otras en Brasil, se vacunaron conejos y se evaluó la respuesta inmunitaria. En general, todos tuvieron buena respuesta serológica, no tuvimos muchos animales enfermos. Cuando terminó el ensayo, que duró dos años, los animales se sacrificaron; todavía se está evaluando el estudio de las muestras.

-¿Ya existe la posibilidad de aplicar esas vacunas en bovinos?

M.F.: El problema de las vacunas producidas por biotecnología es que tienen un transcurso largo hasta que se puedan aprobar para usarse, quizás sea algo que esté vigente en cinco años. Este proyecto también trabajó con vacunas para tuberculosis, que es una investigación más avanzada y ya se pasó a pruebas en bovinos en INTA Castelar.

Pruebas de Diagnóstico

Otra de las áreas de trabajo en las que participaron los investigadores pampeanos, fue en pruebas nuevas de diagnóstico de enfermedades. Se están realizando pruebas serológicas en neospora caninum, «hoy por hoy, la causa más importante de abortos bovinos ya sea de tambo -que es importantísima-, y en bovinos de cría».

«Con el proyecto, trabajamos en conocer técnicas de diagnóstico para esta enfermedad. Se desarrollaron técnicas alternativas a la toma por Elisa, que es un ensayo enzimático. A través de un sustrato sólido, como son las tiras reactivas para diagnóstico de gestación, lo que estábamos desarrollando junto con la gente de Castelar es poner varias enfermedades en la tira con el fin de indicar a cuáles enfermedades puede ser positivo y cuál negativo», amplió el investigador y concluyó: «En eso nosotros trabajamos en la parte de neospora y se logró un antígeno muy bueno».

Fuente: Agencias

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