Fernando José Giménez, especialista argentino en mejoramiento genético de cereales forrajeros del INTA Bordenave –Buenos Aires– se refirió a la importancia de los verdeos invernales en el sistema de producción de carne y leche.
La avena, por su superficie sembrada –aproximadamente 2 millones de hectáreas– es el principal verdeo en Argentina. Además de su alta producción de pasto se destaca de otros por mantener una alta calidad en los estadios reproductivos. También es utilizada con doble propósito –pasto y grano– para la producción de granos, para realizar reservas de forraje –silajes de planta entera y rollos– y para generar cobertura en sistemas agrícolas de siembra directa.
Los costos de los verdeos son elevados debido al corto periodo de utilización. Sin embargo, el costo de la ración está directamente relacionado con la cantidad y calidad de pasto que produzcan.
Para obtener altas producciones de avena es necesario realizar una correcta elección del lote –en especial en lo que se refiere al contenido de agua en el perfil y a la fertilidad –, una adecuada elección del cultivar y una siembra en fecha óptima.
La elección del cultivar es uno de los aspectos más importantes, por esto se recomienda utilizar semillas identificadas, elegir un cultivar moderno, conocer el peso de los granos, y el poder y la energía germinativa.
Los cultivares más recomendados por su producción total de forraje son: Violeta INTA, Graciela INTA, Carlota INTA, Bonaerense Maná INTA, Milagros INTA, Aurora INTA y Rocío INTA. Estos nuevos cultivares poseen diferentes características.
Los cultivares Violeta INTA, Graciela INTA y Carlota INTA se destacan por tener muy alta producción de forraje durante todo el ciclo, especialmente durante el invierno, una excelente capacidad de rebrote, excelente tolerancia al frío y una buena producción de granos.
Por su parte, Violeta es el más tolerante a la sequía ya que los otros poseen un muy buen comportamiento frente a las royas y una excelente respuesta a buenos ambientes.
Los cultivares Bonaerense Maná INTA y Milagros INTA se caracterizan por su excelente producción de granos, un buen comportamiento a las royas y un muy rápido crecimiento inicial, lo que permite un rápido pastoreo. Esta última característica es compartida con el cultivar Rocío INTA, el cual es el único con resistencia genética al pulgón verde de los cereales
El cultivar Aurora INTA se caracteriza por tener una alta producción invernal y ser el más tolerante al frío, igualando a los centenos.
Es útil destacar para los productores que el atraso en la fecha de siembra genera menor producción de forraje, en especial en los cultivares de crecimiento rápido y un atraso proporcionalmente mucho mayor en el primer aprovechamiento.
Fuente: INTA