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Arman un Sistema Para Medir el Metano que Genera la Ganadería

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En el INTA Balcarce funcionarán dos cámaras de ambiente controlado que estudiarán los gases efecto invernadero que generan los novillos.

Se estima que el metano que se produce en los procesos digestivos de las vacas y novillos genera el 30% de los gases efecto invernadero de la Argentina.

Un equipo de investigadores instaló, en el campo experimental del INTA Balcarce (en Buenos Aires), dos cámaras de ambiente controlado que servirán para conocer cuánto gas metano generan los rumiantes, a partir de la fermentación de los alimentos que consumen. Esto permitirá mejorar los cálculos de la huella de carbono de los sistemas de producción ganadera del país. Esta iniciativa inédita, ubica a la Argentina a la vanguardia del conocimiento en la región, sobre la medición de gases de efecto invernadero (GEI).

Francisco Santini, especialista en nutrición animal de esa unidad del INTA y responsable en la gestión de las cámaras, aseguró que el objetivo de diseñar y desarrollar esta tecnología es “poder tener nuestros propios factores de emisión de metano, debido a que cuando no se cuenta con esta información se utiliza la generada por otros centros de investigación y, por lo tanto, podemos sobreestimar o subestimar la producción propia de gases de efecto invernadero”, señaló.

A las cámaras instaladas en el INTA Balcarce se les sumarán otras dos, que se instalarán en Leales (Tucumán). De acuerdo con Santini, las cámaras cuentan con capacidad para obtener registros de los gases producidos por los animales, bajo condiciones controladas.

Un estudio previo realizado en ese campo experimental determinó que los novillos en pastoreo producen entre 190 y 229 gramos de metano (CH4) por día. “Las cámaras permitirán contribuir a contabilizar estas emisiones al simular distintas condiciones ambientales en las que se desarrolla la producción ganadera en la Región Pampeana y, en poco tiempo más, en el Chaco Semiárido”, detalló Santini.

Patricia Ricci, especialista en alimentación animal y responsable del funcionamiento de las cámaras, contó que se medirán gases como dióxido de carbono y metano que los rumiantes producen como resultado de la fermentación de los alimentos.

“Contar con mediciones locales es de gran importancia para mejorar la precisión de los inventarios nacionales de estos gases, conocer mejor el nivel actual de emisiones del sector agropecuario y también investigar el impacto de diferentes medidas de manejo para su mitigación”, agregó Ricci.

Según estimaciones técnicas, un ensayo con 12 animales duraría unas seis semanas debido a que se contempla la calibración, limpieza y puesta a punto del equipamiento.

De acuerdo con los especialistas, cada cámara mide 2,30 metros de ancho por 3,70 de largo. Allí, tanto vacas –para carne y leche– como ovejas, que cumplen con los requisitos de mansedumbre, son alimentadas con una dieta similar para reproducir las situaciones reales de crianza durante las 72 horas que dura el confinamiento.

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Foto. Así son las cámaras que utilizará el INTA en sus estudios.

“En las cámaras se podrán realizar ensayos sobre los efectos de distintos alimentos o aditivos en la dieta, que deberá ser probado a campo para estudiar la aplicabilidad de la técnica y el potencial de reducción de las emisiones en condiciones de producción”, indicó Ricci.

Según la Tercera Comunicación Nacional de la República Argentina a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en la Argentina existe una diversidad de planteos ganaderos, que van desde la producción extensiva a pasto hasta sistemas intensivos de engorde con encierres a corral o feedlots y se distribuyen en más de 200.000 explotaciones, en regiones que difieren ampliamente en suelo y clima.

Así, los resultados del análisis de las razas predominantes de cada región permitirá establecer las emisiones del sistema productivo al considerar la fermentación entérica, las asociadas al estiércol –donde se emite óxido nitroso y metano– y considerar la gestión de la alimentación ya sea pasturas, verdeos o producción de concentrados.

Este proyecto cuenta con la colaboración de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad de Buenos Aires, el Conicet y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).

Las cámaras –construidas por una empresa argentina–, que fueron instaladas en paralelo, poseen aislación térmica y tienen ventanas para que los animales puedan verse, teniendo en cuenta las condiciones de bienestar animal.

Además, están dotadas con equipamiento sensible –para medir los gases– que está conectado a una terminal computarizada que registra las series de emisiones del animal en estudio. Los registros y el manejo de los estudios se pueden gestionar de forma remota, con posibilidad de controlar la temperatura y humedad relativa con el fin de mantener las condiciones internas deseadas para el estudio, ya que las cámaras están equipadas con unidades de tratamiento de aire.

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    Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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    Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

    En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

    Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

    Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

    En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

    Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

    Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

    El Estudio

    En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

    Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

    Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

    Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

    También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

    Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

    También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

    Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

    El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

    También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

    “Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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    Bolsa de Trabajo: Especialista en Control de Calidad de Productos Lácteos

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    Realizaron Chaccu de Vicuñas en la sierra de Tacna

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    Dirección Regional de Agricultura Tacna (DRAT) supervisó la realización de la técnica del ‘Chaccu’ por parte de la ‘Asociación del Comité de Manejo de Vicuñas Mamuta Sur’, gracias a la cual se obtuvo 25.73 kilos de fibra tras esquilar 113 vicuñas. Lo recolectado se podrá comercializar a nivel nacional e internacional, y representará ganancias a la población de la zona alto andina.

    El ‘Chaccu’ es una actividad ancestral que consiste en cercar temporalmente a un grupo grande de vicuñas para luego esquilarlas, recolectando su fibra. Esta fiesta  en donde participan las comunidades colindantes a las zonas donde habitan estos camélidos silvestres se realiza en los meses de octubre y noviembre en las comunidades de Alto Perú, Pampahuyuni, Mamuta y Kallapuma (departamento de Tacna al sur del Perú), donde existen poblaciones de esta especie que son aprovechadas a través de un manejo sostenible.

    De la actividad, también participaron el Servicio Nacional Forestal (Serfor) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (SENASA), quienes brindaron soporte en el diagnóstico y tratamiento sanitario de las vicuñas.

    De esta manera, la Dirección Regional de Agricultura de Tacna (DRAT) sigue brindando apoyo al sector agrario de nuestra región.

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