Profesionales del Senasa y de la Secretaría de Agricultura, Pecuaria e Irrigación (SEAPI) del país vecino mantuvieron un encuentro en Santo Tomé, Corrientes.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) organizó un encuentro junto con profesionales de la Secretaría de Agricultura, Pecuaria e Irrigación (SEAPI) de Brasil, en el que se intercambió información sobre los acontecimientos en la región fronteriza y el trabajo conjunto que se realizará para evitar que se propaguen los vectores de la rabia paresiante.
Los representantes de ambos países consensuaron realizar un proceso de cooperación y trabajo conjunto de los servicios sanitarios, manteniendo una comunicación constante sobre posibles acontecimientos futuros.
El jefe del Programa Nacional de Rabia Paresiante, Gabriel Russo, explicó que «viendo que la rabia paralítica es una enfermedad regional, focal, recurrente, cíclica y no contando con un método que nos permita adelantarnos a la enfermedad, es que se pretende mejorar cada día la vigilancia epidemiológica, y en ese sentido pretendemos estar comunicados con los países fronterizos a fin de intercambiar información válida que permita minimizar las pérdidas ganaderas y evitar el compromiso con la salud pública».
«En este momento y siguiendo esa línea de trabajo, nos hemos reunido con veterinarios del Brasil, más precisamente con los del estado de Río Grande do Sul, con quienes hemos establecido una línea de comunicación e intercambio permanente de información que involucra a las provincias de Misiones y Corrientes», destacó el funcionario.
La rabia paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos y a los equinos, y con menor frecuencia a otras especies domésticas, a los humanos y a algunos animales silvestres.
Por el Senasa, participaron el responsable del programa de Rabia, Gabriel Russo; el supervisor de Sanidad Animal del noreste de Corrientes, Horacio Angélico, y jefes de oficinas locales. Además, asistieron representantes sanitarios brasileños de las ciudades de Rodeio Bonito, Alegrete, Cruz Alta, Uruguaiana y Sao Borja, todas pertenecientes al estado de Rio Grande do Sul.