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10 claves para hacer del destete una transición cómoda y tranquila

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Los académicos israelíes Daniel Werner y Gaby Adin, del Ministerio de Agricultura de Israel, ofrecieron algunas pautas para ayudar a las crías bovinas en su proceso para pasar de ser consumidoras de leche a rumiantes. Aprenda cuáles son y cómo podría aplicarlas en su hato.

Los funcionarios del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Israel explicaron la importancia de procurar las mejores condiciones para el momento en que la cría deja de consumir leche y comienza a consumir alimentos sólidos.

De acuerdo con los expertos, la etapa de cría se extiende hasta los 60 días y se divide en 3 fases: pre-rumiante, transición y rumiante, cuando el bovino solamente consumo forraje.

El destete se realiza con base en hechos que garanticen que el desarrollo y la funcionabilidad del rumen se han alcanzado. Esto se hace midiendo el consumo de concentrado hasta que alcance un valor mínimo de 1,2-1,5 % del peso vivo (PV) por día durante 3 días seguidos.

Así mismo, se debe pesar el animal al momento del destete y confirmar que su peso se haya duplicado respecto al momento del nacimiento, o que por lo menos registre un incremento del 75 % en un periodo aproximado de 60 días.

Los académicos añadieron otras claves como reducir la cantidad y frecuencia del suministro de alimentos líquidos, a solo 2 litros una vez al día, o no destetar animales enfermos que lo hayan estado en días previos.

La quinta es evitar actividades como el descorne o las vacunaciones, pues durante este tiempo las crías sienten estrés que puede disminuir su resistencia a enfermedades. La sexta es dar agua fresca y limpia de manera continua, que ayuda al consumo de concentrado.

En séptimo lugar, si hay que trasladar una ternera a su nuevo alojamiento, este cambio debe demorarse 10 días. Asimismo, si el cambio de alojamiento se hace de sistemas individuales a grupales, se debe hacer en 2 etapas: un grupo de 5 o 6 terneras por grupo que se alojarán al menos 45 días, y luego a grupos mayores.

El noveno criterio a tener en cuenta en un destete tranquilo y sin alteraciones bruscas será el suministro de un alojamiento adecuado para los grupos de crías, con buena ventilación y acceso sencillo al agua y al alimento.

Finalmente, recuerde que los bajos valores energéticos del heno podrían traer como consecuencia bajos ritmos de crecimiento. Este déficit energético puede ser cubierto por un mayor consumo de alimentos líquidos, que ocasionan menor desarrollo en la funcionalidad del rumen y permiten fermentar celulosa y hemicelulosa, que se convierten en fuentes de carbohidratos para el animal.

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Girolando, la mejor alternativa para la producción lechera en climas cálidos

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Con una producción promedio de 5.000 litros de leche durante 305 días bajo el calor del clima tropical, estas terneras presentan una mayor resistencia y adaptación al entorno, lo que aumenta sus tasas de supervivencia. Estas cualidades las destacan en un país donde la cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %. Las terneras Girolando pueden producir en promedio 5.000 litros de leche durante 305 días en climas cálidos. Fotos: Felipe Argoty, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia sede Palmira.

En Colombia la producción lechera afronta una crisis marcada por los altos costos tanto de los insumos importados utilizados por la industria como de los alimentos concentrados para el ganado, además de factores como la tendencia al bajo consumo en el mercado y el encarecimiento de las tierras en zonas tradicionales de ganadería, entre otros, situación que ha obligado a los productores a buscar nuevas alternativas que permitan mantener la rentabilidad del negocio y reducir las pérdidas.

Foto. La cría de terneras enfrenta tasas de mortalidad de hasta el 25 %

Cerca del 80 % de la producción de leche proviene de animales con composición genuina en su genética, escenario en el que resaltan las terneras Girolando, una raza que toma y supera lo mejor del cruzamiento entre la productividad de la Holstein y la rusticidad de la Gyr, lo que les permite adaptarse a altas temperaturas, ser más tolerantes a parásitos y poderse pastorear en condiciones adversas, características que las convierten en la mejor opción para climas tropicales como los de Tolima, Valle del Cauca, Magdalena Medio y los Llanos Orientales y la Costa Caribe, en donde han demostrado un rendimiento superior.

En la industria lechera la etapa más crítica es la cría de las terneras, ya que es cuando los animales dependen de una adecuada alimentación y cuidados especiales para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Además de ser costosa, esta fase se asocia con altos índices de mortalidad, en particular por problemas de nutrición.

Ante este problema, durante su Maestría en Ciencias Agrarias en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, el zootecnista Luis Felipe Argoty López evaluó mediante tres experimentos alternativas para mejorar la rentabilidad durante la cría, con dietas menos costosas pero con el aporte nutricional necesario para evitar problemas de crecimiento y desarrollo, clave en la crianza de reemplazo, cuando preparan a las terneras para que se conviertan en futuras vacas lecheras que renueven el hato y mantengan la productividad del sistema.

Foto. En Colombia cerca del 50 % de la producción de leche proviene de cruces de toros y cebús.

El Estudio

En la investigación se analizó el crecimiento y desarrollo ruminal (ingesta de alimento sólido) de 19 terneras Girolando F1 con edades entre 14 y 22 meses, en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias, municipio de Guacarí (Valle del Cauca).

Para el trabajo se hicieron 3 grupos de animales con sendos tratamientos. A los del primer grupo (grupo control) se le suministraron 4 litros de leche al día, repartidas en dos tomas, y concentrado comercial; al segundo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento experimental; y al tercer grupo, 4 L de leche distribuidos en tres tomas, más consumo de alimento comercial. A todos los tratamientos se les suministró pasto pangola y agua a voluntad.

Sobre el alimento experimental, el investigador explica que “hicimos ajustes dentro de la proteína, la pusimos un poco más disponible dentro de la dieta de las terneras, usamos soya, maíz, algunos cereales, premezclas, un promotor de crecimiento ruminal y lo que utilizan todos los alimentos concentrados, porque el reto era hacer un concentrado experimental similar en composición al comercial, pero con algunas mejoras”.

Foto. El estudio se realizó con 19 terneras en el corregimiento de Santa Rosa de Tapias (Valle del Cauca)

También recolectó muestras de sangre cada 15 días, para analizar metabolitos como proteína, albúmina, globulinas, calcio, betahidroxibutirato (BHB) y cortisol. Así mismo evaluó parámetros biométricos como edad, peso, circunferencia, altura, ganancia de peso, consumo promedio y conversión alimenticia. Cada variable evaluada se analizó estadísticamente a través de un modelo mixto de medidas repetidas.

Aunque en la ganancia de peso los resultados no arrojaron diferencias significativas entre los tratamientos, entre muestreo sí las hubo y se evidenció que la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal.

También se evidenció que “la edad de los animales influye en la concentración de proteínas en la sangre y que el BHB permite conocer indirectamente el desarrollo ruminal”.

Foto. Con la raza Girolando se puede obtener una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas

El investigador destaca que, “este indicador sugiere que las terneras están desarrollando su rumen de forma óptima, lo cual es esencial para una digestión eficiente, y en última instancia para su futura capacidad de producir leche”.

También se registraron bajos niveles de cortisol en la sangre, una hormona que se libera en respuesta al estrés y puede afectar el crecimiento y la salud general del animal. Altos niveles de este indican que las terneras están experimentando estrés, lo que puede influir negativamente en su sistema inmunológico y reducir su capacidad de aprovechar nutrientes, afectando el desarrollo del rumen y la futura producción de leche.

“Si logramos que más productores opten por razas como la Girolando, tendríamos una producción lechera más competitiva y menos dependiente de razas europeas, cuya adaptación a nuestras condiciones es limitada”, anota el magíster.

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