Una Epidemia del Ganado Ovino y Caprino causa Estragos en la República Democrática del Congo

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La FAO interviene para detener la propagación de la Peste de los Pequeños Rumiantes (PPR), enfermedad que ha matado a 75 000 cabras en el Congo y viene amenazando a la ganadería de los países vecinos, pese a que existen vacunas excelentes para proteger a ovejas y cabras contra esta enfermedad.

La FAO está movilizando ayuda de emergencia para la República Democrática del Congo (RDC) con el fin de contrarrestar la rápida propagación de la peste de pequeños rumiantes, una virulenta enfermedad del ganado que afecta a cabras y ovejas. La enfermedad no sólo amenaza la seguridad alimentaria en el país, sino que también podría propagarse a los países del sur de África que nunca la han padecido.

Según la Dirección de Producción y Sanidad Animal del gobierno congoleño, la peste de los pequeños rumiantes (PPR, por sus siglas en francés) ha infectado a decenas de miles de cabras, y ha provocado la muerte de más de 75 000 de estos animales.

El gobierno calcula que otro millón de cabras y 600 000 ovejas corren el riesgo de contraer la enfermedad, lo que representa una cuarta parte de la cabaña caprina y dos tercios de la ovina de todo el país. Habitualmente son los campesinos más pobres quienes crían ovejas y cabras y cuentan con menor capacidad para absorber la pérdida de uno de sus pocos activos.

«Esta es la peor epidemia ganadera en el país en más de diez años», afirmó Ndiaga Gueye, Representante de la FAO en la RDC.

«Estamos viendo que, ante la amenaza de que sus animales contraigan la enfermedad, los campesinos los alejan de las aldeas infectadas, llevándolos a lugares donde por ahora no ha habido brotes, contagiando así el virus a rebaños sanos», advirtió Gueye.

Evaluación y respuesta rápidas 

Una reciente misión de emergencia del Centro de Gestión de Crisis – Sanidad Animal, operado conjuntamente por la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) informó de que los actuales brotes son especialmente letales, con una tasa de mortalidad del 86 por ciento en las cabras.

Financiación de la FAO para situaciones de emergencia

Un proyecto de emergencia de la FAO aportará fondos para:

Vacunar a 500 000 cabras y ovejas en zonas que todavía no están afectadas;

Limitar los movimientos de los animales, impidiéndoles trasladarse a las zonas comunales de pastoreo e interrumpiendo temporalmente la venta y transporte de animales

Sensibilizar a los agricultores a través de la radio rural y asambleas en las aldeas para educarles acerca de los pasos que pueden seguir para prevenir la PPR;

Aumentar la vigilancia activa de la PPR en toda la zona;

Formar a los veterinarios de campo y para-veterinarios en el reconocimiento de la PPR y en técnicas de investigación de campo.

Riesgo de que la PPR se propague hacia el sur 

Se cree que la República Democrática del Congo está infectada desde 2008, cuando las provincias de Bas-Congo y Kinshasa señalaron la existencia de brotes. Los países vecinos, como Congo-Brazzaville, Gabón, Kenia y Tanzania, están afectados por la enfermedad, y algunas zonas se consideran endémicas.

La Comunidad para el Desarrollo del África Austral, que incluye a Angola, Botsuana y Zambia, que están en primera línea ante la propagación de la enfermedad hacia el sur, han hecho de la contención de la PPR una prioridad fundamental para la sanidad animal. En los países más vulnerables del mundo, su erradicación se considera clave para reducir la pobreza.

Se necesita un frente mundial unido 

«La peste de los pequeños rumiantes se origina por un virus similar al del sarampión en los humanos y al de la peste bovina en el ganado vacuno. Cuando la FAO y OIE anunciaron la erradicación de la peste bovina a mediados de 2011, se trató de la primera enfermedad animal erradicada por la humanidad «, explicó Juan Lubroth, Jefe del Servicio Veterinario de la FAO.

«Hay vacunas excelentes para proteger a los pequeños rumiantes de la PPR, y éstas pueden ser un arma clave para luchar contra ella. La peste bovina solamente se erradicó gracias al compromiso a fondo para librarse de ella de los donantes, la comunidad científica, las organizaciones de desarrollo, nuestros socios de la OIE y del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), los gobiernos miembros y los agricultores de todo el mundo. Podemos hacer lo mismo con la PPR si existe voluntad política», añadió Lubroth.

Fuente: Agencias

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