La leche evaporada es un tipo de leche a la que se le ha eliminado parte del agua de constitución, aproximadamente un 60 por ciento. A pesar que es un alimento nutritivo no se recomienda como alimento para bebés. No se requiere añadirle un aporte extra de azúcar porque no requiere de mucho edulcorante para tener un sabor dulce.
Por norma general, en todas las refrigeradoras siempre se encuentra una botella, brick (caja) o bolsa de leche. Dependiendo de los gustos, suele haber diversos tipos: descremada, semidescremada o entera, y dentro de éstas, también existen otras variedades como leche con fibra, sin lactosa, enriquecida en calcio u otros tipos.
Sin embargo, en España como en muchos países de Latinoamérica (a excepción del Perú) no es tan común encontrar alguna familia que consuma leche evaporada en casa. La razón de esto puede ser que la mayoría de los consumidores de estos países no conozcan su existencia y no por su dificultad para encontrarla en los supermercados ni a su falta de nutrientes, ya que este tipo de leche tiene algunas peculiaridades que la diferencian de las de otras clases de lácteos.
¿Qué es la leche evaporada?
La leche evaporada es un tipo de leche a la que se le ha eliminado parte del agua de constitución, aproximadamente un 60 por ciento. Este contenido menor en agua permite que su duración de uso sea más extensa, aunque sigue siendo necesario un tratamiento térmico para poder garantizar su conservación y su comercialización en los mercados.
Es precisamente este proceso lo que la diferencia de las demás. Paula Labeira, nutricionista de la consultora española Medicadiet, explica que cuando se produce una retirada de agua en un alimento, éste se vuelve más resistente y alarga su vida útil. Pero en este caso, al tratarse de una deshidratación parcial de la leche, no se aplica al tratamiento de conservación. La leche evaporada se somete a un proceso térmico, ya sea de esterilización, pasteurización o UHT, en el que se eliminan los patógenos y las esporas.
Al mantener esta leche a altas temperaturas durante solo unos pocos segundos, la pérdida de vitaminas y minerales es menor y efectiva frente a la proliferación de microorganismos patógenos.
Debido a este tratamiento especial que se le aplica, la evaporada presenta un aspecto también distinto al de las demás clases de leche, puesto que adquiere un color más apagado y amarillento y una textura más densa.
Beneficios
Labeira señala que los principales beneficios de la leche evaporada se deben a su aporte en proteínas de alto valor biológico y a que es rica en vitaminas y minerales como el calcio, al igual que todos los lácteos.
En caso de que se produzca una pérdida o modificación de los nutrientes, sucede durante el tratamiento térmico de los lácteos y no por la deshidratación de la leche. La evaporada “puede reconstituirse agregando la cantidad de agua que se eliminó en su elaboración o bien utilizarse como sustituta de la nata para repostería”, añade la experta.
Por tanto, la leche evaporada posee el mismo valor nutritivo que las demás, al igual que en el contenido de grasas, equivalente a la leche de origen, entera, desnatada o semidesnatada. Es decir, que la gran diferencia con respecto a las otras, reside en el proceso tecnológico al que se ve sometida esta leche
Ahora bien, a diferencia de la leche condensada, muy similar pero no igual, a la evaporada no se le añade un aporte extra de azúcar porque no requiere de mucho edulcorante para tener un sabor dulce. Pero ambas se ubican dentro del grupo de leche concentrada.
Usos y Aplicaciones
En cuanto a sus usos, la leche evaporada constituye un buen ingrediente en la preparación de postres y dulces. Puede pensarse incluso que sea un sustituto de la nata.” Aunque se usan indistintamente en repostería, la leche evaporada contiene mucha menos grasa, un 7,6 por ciento de grasa frente al 30 por ciento que contiene la nata”, aclara la experta.
Esto le convierte en un excelente ingrediente en la preparación de dulces como un delicioso postre de tres dulces o una gelatina de leche y frutas. El resultado será inmejorable.
En torno a esta variedad de la leche, surgen otras cuestiones como si es recomendable su consumo en los bebés. Ante esto, Labeira argumenta que no es un alimento que se le pueda introducir a un recién nacido, ya que, al ser un derivado de la leche original de vaca, sigue manteniendo la mima cantidad en proteínas y lactosa. Por lo que no se debería ofrecer como alimento a los bebés, salvo que un pediatra lo recomendara.
Si no has oído hablar de ella, no es por falta de propiedades provechosas para nuestra salud.