Rusia se queda sin otro de sus grandes abastecedores de carne: Brasil. Desde el próximo 1 de diciembre se prohíbe la entrada de carne de vacuno y de porcino en el mercado ruso, procedente de Brasil. El motivo de la prohibición es que la autoridad de seguridad alimentaria de Rusia, el Rosselkhoznadzor, ha detectado restos de ractopamina en carne importada de Brasil, una sustancia aprobada en muchos países.
La Ractopamina es un fármaco promotor del crecimiento, cuyo uso está prohibido en Rusia, así como en otros países como la UE y China. Por el contrario, si está autorizada en otros como Brasil, EEUU y Canadá, ya que la FDA la admite.
En 2013, las autoridades brasileñas y rusas llegaron a un acuerdo, en el que Brasil aseguraba que las carnes exportadas al mercado ruso no contenían ractopamina.
Esta prohibición va a suponer un nuevo e importante varapalo para las exportaciones cárnica brasileñas, ya que Rusia es el destino del 90% de las exportaciones totales de porcino y entre el 60-65% de las de vacuno. La medida llega cuando el sector cárnico brasileño empezaba a recuperarse de la crisis que sufrió esta primavera tras el escándalo que se destapó por el fraude que cometían algunas industrias cárnicas brasileñas.
Por su parte, Rosselkhoznadzor ha asegurado que este cierre no va a tener ningún impacto en su mercado doméstico. Esta opinión es difícil de compartir, dado que Rusia es deficitaria en carne y tiene prohibidas las importaciones de grandes países exportadores de carnes como son la UE, EEUU, Canadá y Australia, por el conflicto con Ucrania. Esta prohibición se introdujo en agosto de 2014 y está vigente hasta el 31 de diciembre de 2018.
Según cifras del Ministerio brasileño de agricultura, Rusia importó en los 10 primeros meses del año, 230.395 t de carne de cerdo y 131.083 t de carne de vacuno de Brasil.