La deforestación de la Amazonía peruana no se detuvo durante la pandemia del Covid-19, y son los mineros ilegales de oro y una colonia de menonitas los que protagonizan los casos más alarmantes de depredación del bosque en este tiempo. Así lo advirtió este lunes el último reporte sobre deforestación del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP).
Para una nueva colonia
El caso más significativo está en la región de Loreto, la más extensa de Perú, donde un grupo de menonitas taló 332 hectáreas entre enero y agosto para abrir una nueva colonia y sus cultivos agrícolas.
Desde 2001, en Perú hemos perdido 2,3 millones de hectáreas de bosques, una superficie equivalente a la extensión de El Salvador.
Árboles por oro
Por su parte, la minería aurífera ilegal encontró en el río Pariamanu, de la región sureña de Madre de Dios, un nuevo escondite para remover el lecho fluvial y el subsuelo selvático en busca de algunos gramos de oro.
Desde enero, los mineros han depredado en esta zona 26 hectáreas de bosque, a un ritmo de 3,25 hectáreas por mes, cerca de la comunidad nativa de indígenas amahuacas llamada Boca Pariamanu. Lo mismo ocurrió en Punto, a ritmo de 5,75 hectáreas por mes.