Desde hace cinco años, en Nicaragua se comenzó la crianza de ganado bovino Beefmaster, una raza exclusiva para la producción de carne de res y cuya población actual en el país es de más de 2 mil cabezas de animales que están en manos de unos 30 productores.
“Ya el mercado internacional está pasando de consumir carnes industriales a cada vez cortes más selectos, inclusive si vos vas a McDonald´s vas a encontrar de que ya te venden Angus, que es una raza (de ganado bovino) también pero que ha ido haciendo marca”, dijo Solón Guerrero, presidente de la Asociación de Beefmaster de Nicaragua.
Es por ello que la Federación de Asociación Ganaderas de Nicaragua (Faganic) cuenta desde hace ocho años con el apoyo del Departamento de Agricultura de Texas y la Asociación de Beefmaster de ese Estado, para promover el mejoramiento genético del hato nicaragüense en particular con esa raza.
“El ternero de la raza Beefmaster sube de peso muy rápido no más con pastura. La carne tiene más grasa que hace cambiar el sabor y es un poquito más suave”, aseguró por su parte, Jon Garza, director de programas internacionales del departamento de agricultura del Estado de Texas.
En los últimos 4 años se han importado al país más 6 mil pajillas de semen de raza Beefmaster y para las próximas semanas se espera la llegada de 2 mil nuevas dosis, más 200 embriones. También se han traído 16 ejemplares puros para su reproducción.
“De alguna manera esta genética se ha subsidiado con esta alianza que hemos creado. Por ejemplo, el semen que estamos importando en Estados Unidos cuesta 75-100 dólares y Faganic aquí básicamente vende a 17-20 dólares la pajilla.
Un embrión que en Estados Unidos cuesta 500 dólares, nosotros aquí lo estamos ofertando en 275 dólares, básicamente el costo de estarlo trayendo. En el caso de animales vivos es un poquito más caro, cada toro nos costó 6 mil dólares puestos aquí. Uno después valora el costo-beneficio y te das cuenta que al final es barato”, dijo Guerrero.