Hasta 56 millones de personas padece una o varias trematodiasis en todo el mundo, es decir ha sido infectado por un parásito al haber comido pescado crudo, un crustáceos o verdura con larvas, normalmente, de un gusano trematodos. Para prevenir esta enfermedad, que puede tener un resultado mortal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado una estrategia que va desde medidas de higiene a un mayor acceso a los medicamentos.
Las especies más comunes que afectan a los seres humanos son ‘Clonorchis’, ‘Opisthorchis’, ‘Fasciola’ y ‘Paragonimus’; en las dos primeras los gusanos adultos se alojan en los conductos biliares pequeños del hígado, causando inflamación y fibrosis de los tejidos adyacentes y, finalmente, colangiocarcinoma, una forma grave y mortal de cáncer de la bilis.
En la fascioliasis, los gusanos adultos se alojan en los conductos biliares más grandes y la vesícula biliar, donde causan inflamación, fibrosis, obstrucción, dolor cólico e ictericia, además la fibrosis hepática y la anemia también son frecuentes; y, por último, el ‘Paragonimus’ se ubica en el tejido pulmonar y provoca síntomas que pueden confundirse con la tuberculosis (tos crónica con esputo manchado de sangre, dolor de pecho, disnea (dificultad para respirar) y fiebre), además es posible que el gusano migre a otras localizaciones, siendo el cerebro el órgano donde puede tener consecuencias más graves.
La estrategia primaria sería de prevención y control con medida higiénicas con el objetivo de reducir el riesgo de infección y el control de la morbilidad asociada, sobre todo en pises como de Asia sudoriental y América del Sur; además la OMS recomienda mejorar el acceso al tratamiento con medicamentos seguros y eficaces se aseguren la completa expulsión del gusanos.
El tratamiento puede ser ofrecido a través de la quimioterapia preventiva que implica un enfoque basado en la población de riesgo por lo que todo el mundo en una región o zona determinada se le da medicamentos, independientemente de su estado de infección, se recomienda en áreas donde un gran número de personas están infectadas; o individual en función de la infección, si es presunta o confirmada.
El informe destaca que las actividades de la OMS en trematodiases transmitidas por los alimentos debe formar parte de un enfoque integrado para el control de las enfermedades tropicales desatendidas. Por ello, debe incluir el desarrollo de directrices y recomendaciones estratégicas; apoyo a la cartografía en los países endémicos; apoyo a intervenciones experimentales y programas de control en los países endémicos; apoyo para la evaluación de las actividades realizadas, y documentación de la carga de trematodiases transmitidas por los alimentos y el impacto de las intervenciones realizadas.
Concretamente, la organización trabaja para incluir la estrategia de quimioterapia preventiva como la corriente principal de tratamiento para evitar las peores consecuencias provocadas por estos parásitos. Para ello, ha negociado un acuerdo con Novartis la donación de triclabendazol para el tratamiento de fasciolosis humana y paragonimiasis.