Mediante una investigación científica, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) ha identificado que la leche de llama, en condiciones de puna, presenta mayor cantidad de proteínas que las de otras especies animales, por lo que podría ser usada para consumo humano, beneficiando de esta forma la economía de más de 45 mil criadores de llama.
El estudio, realizado por el MINAGRI en el banco de germoplasma de camélidos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) ubicado en el Anexo Quimsachata en la región de Puno, muestra que el nivel de proteínas en la leche de llama llega a 4.16 %, superando al de la vaca que contiene 3.5% aproximadamente.
Revela además que el nivel de grasa llega a un 3.16%, en tanto concentra 6% de lactosa. Sumado a ello, la leche de llama presenta una relación de 74.7% de grasa proteína, un 11% de sólidos grasos, 0.53% de minerales y una densidad de 1.035 con un punto de congelación de -0.50.
Estas características, indica el estudio, se deben al tipo de alimentación que tiene el camélido en situaciones de puna. La ingesta de pastos orgánicos, que se ubican naturalmente en zonas altiplánicas, permiten que el animal presente un mejor desarrollo de crecimiento.
Esta investigación forma parte del proyecto “Descripción de la composición química de la leche de llama en puna seca” que impulsa el INIA-MINAGRI con la finalidad de potenciar la ganadería altiplánica. Para ello se ha tomado un total de 100 muestras de leche en el primer mes de lactancia.
Según la OMS, la leche proporciona nutrientes esenciales y es una fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas. Puede contribuir considerablemente a la ingestión necesaria de nutrientes como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.